gasteiz - Ni todas las inclemencias meteorológicas juntas pudieron ayer con los miles de korrikalaris que quisieron acompañar el itinerario de la Korrika Txiki por las calles de la capital alavesa. Desde primera hora, el cielo apuntaba maneras de borrasca y la lluvia señoreó a lo largo y ancho del territorio. Sin embargo, la cantera del euskera es militante. Tanto que no se escondió ante los elementos. Chubasquero en ristre y al pie de los colegios e ikastolas, los chavales se armaron de pasión e ilusión para anunciar la llegada de la carrera por el euskera, que sus mayores disfrutarán mañana en la capital alavesa y en varias localidades del territorio histórico. Pero eso será otro día.
Ayer, bajo el lema Korrika Txikia, jaia eta irria, la marcha ganó en resolución. Desde poco antes de las 15.00 horas, la actividad educativa se ciñó al dictado de las zapatillas de correr y al de los paravientos y chubasqueros, improvisados o no, que lucharon contra la persistencia de los chubascos. Ttipi ttapa, ttipi ttapa, ttipi ttapa... Y así hasta completar el itinerario por varios puntos de la ciudad. Desde Portal de Castilla la chavalería empezó a proteger el testigo para llevar la buena nueva del idioma de los vascos a través de las manos y del sentimiento de los niños de 28 colegios de la ciudad. Todos ellos quisieron mostrar al mundo que Gasteiz también corre en favor del euskera y que el sábado la capital dará la bienvenida como merece a la XIX de la Korrika, justo un día antes de que concluya en Bilbao.
La ruta arrancó a las 14.50 horas al final de Portal de Castilla, junto a la Ikastola Armentia. Desde allí fue desgranando los metros y pasando el testigo cada tres minutos, haciendo coincidir los traspasos en Mariturri, Ariznabarra, San Martín y Txagorritxu, para seguir por Lakua. Allí, los niños de Gorbeialde -centro público de Educación Especial- también pusieron su empeño en empujar al euskera con su aliento y ganas. En El Pilar, Zaramaga, Aranbizkarra y Santa Lucía y después en al Ensanche, más niños se fueron sumando al pelotón, que alcanzó la meta en la Plaza Nueva a las 16.15 horas. Toda una fiesta de participación popular y un ejemplo para los mayores en cuanto a militancia en favor de un idioma y de una cultura milenarias. Varios alumnos de Marianistas leyeron un manifiesto, honor que se les ha concedido por el 125 aniversario del colegio.