laguardia - El Ayuntamiento de Laguardia ha dado el visto bueno inicial a la implantación de una nueva bodega en su término. Ésta nacerá con vocación de productora de vino de calidad, aunque sin pretensiones enoturísticas. Se trata de Viñas Leizaola, apellido de una familia de profundas raíces vitivinícolas representada por Etienne Cordonnier, quien, con este proyecto, ambiciona volver a sus raíces familiares, así como proponer un vino que refleje la educación vinícola profesional de la citada familia, que lleva trabajando desde hace tres generaciones como agente, en el mercado belga, de numerosos vinos de categoría mundial.
La iniciativa consiste en la implantación de una bodega, en la parcela 467B del polígono 9 del término municipal de Laguardia. La citada parcela, está situada al suroeste de la población y dista de la misma unos dos kilómetros y medio. La parcela alberga una pequeña loma que se eleva unos 8 metros respecto al nivel de los viñedos colindantes, formalizando un punto alto dominante sobre los mismos, que descienden en suave pendiente hacia el oeste. Al norte, al este y al sur, la parcela está limitada por un camino rural en tierra que septentrionalmente conecta con un camino asfaltado.
‘El Sacramento’ Viñas Leizaola fue fundada en 2011, y adquirió el paraje El Sacramento, de 4,5 hectáreas en Laguardia. En los años 2012 y 2013 amplió la compra de viñedos en ese mismo entorno hasta llegar a superar las ocho hectáreas actuales. La construcción de la bodega en proximidad con esas cepas es entendida por el propietario como esencial para el proyecto, en un intento de asociar a la personalidad de esas tierras concretas, una bodega y un vino (un terroir, como se define en la región bordelesa).
El edificio tendrá en la planta de sótano, con una superficie de 1.500 metros cuadrados con sala de depósitos; sala de fermentación maloláctica -con una capacidad de 150 barricas-, sala de envejecimiento -con una capacidad de 150 barricas-, sala de almacenamiento de botellas; espacios servidores de trabajo, expedición y almacenaje de servicio, y salas de instalaciones. La bodega dará cobertura técnica al proyecto de explotación de Viñas Leizaola, enclavadas desde hace dos años en dicho paraje. La producción pretendida, es, en su caso muy limitada, tan sólo unas 50.000 botellas/año. - P.J.P. / Foto: P.J. Pérez