vitoria - Ocho millones de euros, cuatro más de lo previsto, y 51 meses le costó al Ayuntamiento de Vitoria construir un depósito de tormentas, el de Yurre, que nunca ha entrado en funcionamiento porque no sirve para su finalidad inicial y que, ahora, se pretende utilizar de forma provisional para regar las huertas de Basaldea, en Abetxuko. La construcción se hizo, además, de forma ilegal durante el gobierno de Alfonso Alonso, en una zona prohibida, según la denuncia interpuesta contra el Ayuntamiento por Red Eléctrica de España (REE), la empresa que gestiona los cables de alto voltaje que discurren por encima del depósito y la misma que ya advirtió en 2006 al PP de tal irregularidad. Sin embargo, las obras siguieron adelante. Una información de la que nada ha salido a la luz pública hasta la semana pasada cuando el PNV denunció la existencia de este informe de 2006 y de otro posterior de 2012 en el que Red Eléctrica volvía a advertir, en esta ocasión al gobierno de Javier Maroto, de la irregularidad cometida.
Nueve años después, nadie se responsabiliza de los sucesivos errores. El PP culpa a un alto funcionario, ya jubilado, pero en activo con los gobiernos de Alonso y Lazcoz durante la construcción del depósito, de guardar en un cajón la primera notificación de Red Eléctrica sin informar entonces a sus superiores. “El gobierno de Alonso no fue consciente de ese documento de 2006, no lo conocía”, aseguró ayer la concejala Leticia Comerón tras explicar que había hablado con Alonso, pero no con el técnico al que responsabiliza de no informar sobre el escrito. Sí reconoció Comerón que el segundo documento, el de 2012, llegó a manos de Maroto y que entonces fue cuando se pusieron en contacto con Red Eléctrica, que les dijo que incidentes de este tipo tenían a menudo, y que no sería necesario derribar la infraestructura. Hasta ahí la versión del PP.
Una versión que nada tiene que ver con la que minutos después dio la edil socialista Marian Gutiérrez, responsable de Vía Pública durante el mandato de Lazcoz. Gutiérrez dijo que ella sí ha hablado con el alto funcionario y que niega haber ocultado la notificación que Red Eléctrica envió al Ayuntamiento en 2006 advirtiendo de la ilegalidad del depósito de Yurre. Según le explicó el técnico, nada más recibir la carta, el Ayuntamiento se puso en contacto con la compañía eléctrica y unión de empresas que construyó el depósito e, incluso, operarios de Red Eléctrica vinieron a Gasteiz a visitar las obras. A partir de entonces, nada más se supo hasta hoy.
Las tibias explicaciones del gobierno de Maroto quitando hierro al asunto, negando haber ocultado información, limitándose a decir que no tenían constancia y responsabilizando a un alto funcionario municipal de no informar a sus superiores sobre la advertencia de Red Eléctrica sirvieron para cabrear aún más a los partidos de la oposición. PNV, PSE y EH Bildu responsabilizan a los gobiernos de Alonso y Maroto de este desastre de obra, y advierten de que lo peor puede estar aún por llegar si Europa exige ahora a Vitoria que devuelva las ayudas recibidas en su día para el depósito de Yurre (el 80% del coste, cifrado al principio en 4,8 millones). Y es que, las subvenciones que concede la UE van sujetas a que la obra se destine al fin para el que se ha construido, y en el caso del depósito de Yurre no va a ser así, ya que a falta de una utilidad mejor, el Ayuntamiento baraja a día de hoy que se use para regar huertas en Abetxuko. Explicó Comerón que ya han obtenido el visto bueno tanto de la Confederación Hidrográfica del Ebro como de Red Eléctrica.
Para EH Bildu, el depósito de Yurre es parte de la “herencia envenenada” que Alonso dejó en la ciudad: “Lo que nos faltaba es tener que devolver el dinero (...) Pero, ¿cuánto dinero público son ustedes capaces de perder hasta que algún responsable se vaya a su casa? Pero, ¿ustedes tienen límite? Tienen el rostro de cemento armado”, acusó Antxon Belakortu. Para los socialistas queda demostrado que el PP ocultó información: “Y no es la primera vez que su gobierno lo hace, ya hay una exconcejala y un alcalde reprobados por mentir (...) Que falta de gallardía y de valor político tienen ustedes para culpar a los técnicos”, censura Gutiérrez, quien de forma irónica se refiere al depósito de Yurre como “una regadera de ocho millones”. Para el PNV también quedó ayer claro que tanto Alonso como Maroto ocultaron información, que en el expediente de este proyecto no hay ninguna prueba de las conversaciones mantenidas entre el PP y Red Eléctrica, que la obra es una “chapuza” abocada al fracaso desde el principio y que el gobierno de Alonso en lugar de frenar a tiempo este despropósito siguió adelante a sabiendas de que se levantaba en zona prohibida. “Es probable que a día de hoy sólo tengamos chatarra en Yurre porque en todos estos años no se ha destinado ni un euro a su mantenimiento”, lamenta el concejal Álvaro Iturritxa, temeroso de que Europa reclame la devolución de las ayudas. Para el PP, también el gobierno socialista es responsable porque en la auditoría que encargó durante el mandado de Lazcoz tampoco supo de este informe de 2006.