gasteiz - La instalación de las rampas mecánicas del cantón del Seminario ha servido para remodelar toda la calle, que ahora luce preciosa, adaptada al carácter medieval del barrio pero completamente nueva. Sin embargo, hay un problema, la actuación en el cantón se llevó a cabo para que las personas mayores pudieran subir sin esfuerzo al centro de salud de la calle Correría, y a día de hoy tienen que seguir tirando de riñones para ir al médico. Las escaleras no funcionan, las paradas son frecuentes, tanto por averías ordinarias, como por cortes de luz o pulsaciones del botón de seguridad, como por algún que otro acto aislado de vandalismo, y por una circunstancia que nadie tuvo en cuenta cuando se diseñó el proyecto. Los camiones de reparto han chocado ya varias veces contra la infraestructura al dar marcha atrás, lo que ha provocado la rotura de uno de sus cristales.

Ayer la concejala del grupo municipal del PNV Nerea Melgosa preguntó al edil de Promoción Económica vitoriano, Miguel Garnica, por sus intenciones con respecto a un servicio que, a punto de cumplir un año de su puesta en marcha, prácticamente no ha funcionado a pleno rendimiento más de una semana seguida.

Los problemas que presenta la infraestructura, señaló Garnica, son varios. Por un lado, cuando alguien pulsa, involuntaria o deliberadamente, el botón de emergencia, la escalera se para. Según Garnica, el Ayuntamiento ha instalado un nuevo sistema de seguridad que hace que, si se ha pulsado el botón sin necesidad, el sistema se rearme en cinco minutos y las rampas vuelvan ponerse en marcha. Además, afirmó el concejal, en el 010 se atienden los avisos sobre las paradas ordinarias de la escaleras y el servicio técnico contratado, que está operativo las veinticuatro horas de cada jornada, acude “generalmente en el mismo día”.

Por otro lado, cuando ocurre un acto vandálico (cada vez menos, pues el equipo de gobierno ha colocado sistemas de videovigilancia en todas las escaleras mecánicas del Casco Medieval) o un camión golpea la infraestructura y la inutiliza, la Policía Municipal realiza un parte y se da cuenta de lo sucedido al seguro, lo que ralentiza algo más las reparaciones. Si fruto de estas circunstancias se rompe un cristal, la cosa empeora. La empresa encargada del mantenimiento, a la que el gobierno municipal debe, por cierto, 91.000 euros, carece de un stock de cristales, por lo que hay que encargar uno nuevo, lo que hace que al menos se tarde una semana en cambiar el que se ha roto.

Esa es la teoría, pero según denunció Melgosa las escaleras llevan “meses” sin funcionar, desde que un camión rompió un cristal, y con las Navidades y el consiguiente aumento de turistas en la ciudad de por medio. Además, en estas últimas semanas también las rampas del cantón de la Soledad y del cantón de San Francisco Javier han sufrido “averías frecuentes”, dijo la edil jeltzale, quien negó que se haya cambiado el sistema que responde ante las pulsaciones al botón de seguridad, y exigió al equipo de gobierno que coloque un bolardo junto a las escaleras del Seminario para evitar que las furgonetas de reparto las golpeen. Según Garnica, el departamento de Espacio Público está estudiando colocar este elemento protector, así como el establecimiento de un stock de cristales para evitar retrasos en su colocación cuando se rompan.

Las averías en las escaleras mecánicas del casco viejo suponen un importante trastorno para los vecinos, pues son la única forma de acceder al centro de salud, y en general a la parte de alta de la ciudad, especialmente para las personas con movilidad reducida. De hecho, a finales de 2014 la sociedad municipal de transportes, Tuvisa, suprimió el servicio de autobuses en el casco medieval precisamente porque las rampas mecánicas lo hacían innecesario.

señales turísticas Por otro lado, el equipo de gobierno ha tenido que dar marcha atrás al procedimiento negociado para adjudicar la compra y colocación de los nuevos rótulos indicativos de la ciudad para conductores. El interventor municipal emitió una nota en la que advertía al PP de que el contrato debía ser de suministros y obras, y no de obras y suministros, pues la compra de las señales salía más cara que su colocación. La diferencia entre uno y otro contrato es que en el primer caso el Ayuntamiento debía convocar un concurso público, y en el segundo bastaba con invitar a varias empresas.

El grupo municipal del PNV criticó el retraso que ha sufrido esta adjudicación, y que ha impedido tener la nueva rotulación lista para la Navidad, fechas en las que ha llega un importante contingente de turistas a la capital alavesa. Los nacionalistas censuraron además que no se haya elegido un modelo luminoso para garantizar los derechos de las personas con dificultades de visión.

La inauguración. En febrero se cumplirá un año desde que el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, y la viceconsejera de Vivienda, Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Covadonga Solaguren, inauguraron las rampas mecánicas del cantón del Seminario.

Las averías. Las paradas de la infraestructura han sido constantes prácticamente desde el día en que entraron en funcionamiento. Las causas son desde las pulsaciones involuntarias o deliberadas del botón de emergencia hasta los actos vandálicos, los accidentes con camiones de reparto o los cortes de suministro eléctrico. Las rampas han estado paradas durante todas las navidades, durante las que las escaleras del cantón de San Francisco Javier y del cantón de la Soledad también han sufrido averías.

La concejala del PNV denunció ayer que las rampas mecánicas del cantón del Seminario se averían de forma constante.

Según el concejal de Promoción Económica, también se pedirá a la empresa encargada del mantenimiento que disponga de un ‘stock’ de cristales de recambio.

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Millones de euros le costó al Gobierno Vasco, que financió la obra, la construcción de las rampas del cantón del Seminario.