gasteiz - Apenas lleva unos días abierta al público, pero los vecinos de Zabalgana ya han inspeccionado la pasarela de Borinbizkarra para detectar posibles fallos y mejoras en la nueva estructura que salva las vías del ferrocarril. Ciertamente, aunque por el puente ya cruzan los vecinos sin problemas, quedan remates que ejecutar.

Así, hay picos de metal pendientes de eliminar, cierres de cemento aún por concluir, y de hecho el pasado jueves los operarios seguían trabajando en la zona mientras los vecinos del barrio probaban sus nuevos y más ágiles recorridos al trabajo o el colegio.

Según Zabalgana Batuz, los sumideros tras la rampa son demasiado pequeños en uno de los extremos de la pasarela, y al otro lado ni siquiera existen, por lo que advierten de que se pueden producir problemas cuando caigan lluvias fuertes en la ciudad.

La asociación vecinal, por otro lado, valora de forma positiva el hecho de que, por fin, haya una conexión entre Borinbizkarra y Elejalde y el resto del barrio. Sin embargo, recuerdan que los vecinos llevan años reclamando al Ayuntamiento que salvara el obstáculo de las vías del tren, sin éxito, y que finalmente el objetivo se ha logrado por la presión vecinal. “El concejal de Urbanismo, en reunión sobre presupuestos municipales, reconocía que no era una obra que hace año el Ayuntamiento la tuviese prevista y que se ha realizado por evidenciar desde la insistencia de los vecinos y vecinas”, señala la asociación.

El proyecto de la pasarela está pendiente desde el año 2000, pero durante muchos años, en los que en Borinbizkarra y Elejalde apenas vivía nadie, no se actuó. En 2011, cuando la zona norte de Zabalgana ya comenzaba a tener un número importante de vecinos, el Pleno municipal acordó por unanimidad su construcción con una fecha de inauguración fijada a finales de 2012, un compromiso que no se cumplió.

No fue hasta que PP y PNV suscribieron el Plan de equipamientos que el proyecto echó a andar. La pasarela salió a concurso con un precio de licitación de un millón de euros y la empresa guipuzcoana Amenábar se hizo con la obra tras presentar una rebaja que fijó el coste final de la operación en los citados 824.000 euros. El año pasado se iniciaron los trabajos sobre el terreno, pero la obra estuvo parada durante varias semanas. - T.D.