la oratoria es un arte al alcance de pocos, pero tampoco hace falta ser Cicerón para ponerse delante de un micrófono sin soltar una burrada del tamaño de la catedral nueva. Álava tampoco ha sido ajena en los últimos tiempos, afortunadamente, a los desvaríos y metidas de pata de sus representantes institucionales. Tanto el diputado general, Javier de Andrés, como su tocayo y alcalde de Vitoria, Javier Maroto, son suficientemente prolíficos en declaraciones polémicas como para que más de un ciudadano haya fruncido el ceño al escucharles según qué frases.

Puestos ambos en una balanza, no está de más apuntar que, aunque la lista de barbaridades del alcalde es más extensa, el diputado general guarda algunos ases en la manga que se llevarían la ovación del público de Tú sí que vales. De Andrés tiene cierta fijación con algunos partidos políticos. Maroto con Unax Ugalde. Eso sí, en lo que últimamente ambos coinciden es en colocar a los inmigrantes en el centro de sus miras telescópicas. Aunque en la mayoría de ocasiones los exabruptos se han quedado en poco más de una onomatopeya, el pasado jueves el alcalde de Vitoria tuvo que verse la cara con el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, acusado de un delito de incitación al odio y contra los derechos de los extranjeros. Todo a consecuencia de una denuncia de SOS Racismo, que sostiene que el alcalde gasteiztarra se dedica a incendiar las calles de la ciudad con sus declaraciones.

Desde que en verano destapara el tarro de las esencias con sus primeras palabras contra los inmigrantes magrebíes y argelinos, Maroto ha realizado tantas y tan diversas variaciones de sus acusaciones -y en tantos escenarios- que elegir sólo una es sencillamente imposible. De hacerlo, su obsesión por diferenciar entre inmigrantes magrebíes y latinos -que los primeros no puedan votar en las próximas elecciones municipales y los segundos sí es pura casualidad- sería una buena elección. “Los magrebíes no tienen ningún interés en trabajar y viven de las ayudas sociales, a diferencia de los latinos”, es una frase que con pequeñas variaciones el alcalde ha declamado en más de una ocasión, la última el pasado día 9 en las redes sociales, justo un día después de dedicar ocho tweets a dejar claro que no es racista ni xenófobo, una acusación que molesta especialmente al primer edil de Gasteiz.

De cualquier forma, Javier Maroto ya apuntaba maneras hace un par de años en esto de las frases polémicas contra los inmigrantes de Vitoria. El 15 de febrero de 2012 el alcalde de la capital alavesa lanzaba uno de sus greatest hits al justificar la eliminación de las ayudas sociales económicas y su sustitución por vales de comida a canjear en supermercados concretos. Aquel día, avaló su propuesta porque algunos inmigrantes van por la calle “con zapatillas de Prada”. La misma marca que las gafas que utiliza el primer edil, por cierto. “Algunas veces se ve en el propio atuendo que no tienen una situación susceptible de recibir la prestación. Van con zapatillas de Prada”, aseguraba Maroto en unas palabras dirigidas especialmente a los jóvenes inmigrantes de entre 18 y 23 años.

la inmensa mayoría La polémica generada en Vitoria a consecuencia de la campaña lanzada por el PP alavés para mejorar el sistema de ayudas sociales ha traído consigo también más de un cruce de acusaciones entre el alcalde y diversas figuras del mundo de la cultura. Uno de las más sonados fue con Unax Ugalde. El actor gasteiztarra escribía al respecto el pasado 15 de octubre en las redes sociales que, en su opinión “no todo vale” y pedía “a nuestro alcalde, Javier Maroto” que dejara “de agredir a sus ciudadanos con medidas del todo injustificables y racistas”. Éste tardó poco en responderle. “Que no te lo cuenten mal. Los extranjeros que quieren trabajar e integrarse tienen todo mi apoyo. Y son muchos en mi tierra”, espetó el alcalde. Unos días después, Ugalde firmaba un manifiesto junto a unas ochentas personalidades de la cultura o el deporte alavés censurando la “campaña discriminatoria de Maroto”.

El alcalde se la guardó en esa ocasión hasta que, en una entrevista publicada el pasado día 9 por Deia, volvió a la carga contra el actor. “Tiene todo mi respeto, pero me gustaría que en vez de estar grabando películas en Madrid estuviese en el barrio de Aldabe y Coronación escuchando a los vecinos”, disparó al actor de, entre otras, la reciente Lasa y Zabala. A la escritora alavesa Toti Martínez de Lezea, firmante del documento al igual que el joven intérprete, también le cayó lo suyo, pues el primer edil la nombró al valorar que hay “una inmensa mayoría que me respalda, que no sale en entrevistas ni firma al lado de Toti Martínez de Lezea”. El resto de personalidades que pusieron su rúbrica al citado manifiesto se libraron de los palos del alcalde. De momento.

Farándula a un lado, las complicadas relaciones entre el Partido Popular y la izquierda abertzale han dejado también alguna perla curiosa en forma de frase lapidaria contra EH Bildu, mezclada y agitada con ciertos toques de ironía, o algo así. El 20 de junio del año pasado, el concejal del Ayuntamiento gasteiztarra David Pina, de EH Bildu, denunciaba que Maroto había gastado en pólvora casi 6.000 euros para la recreación del bicentenario de la Batalla de Vitoria. “Seguro que en Sortu saben conseguir la pólvora mucho más barata. Lecciones, las justas”, respondió el alcalde al representante municipal de la coalición abertzale, con una frase que se llevó más de un comentario crítico posterior, aunque también alguna felicitación por su ocurrencia.

el aeropuerto de foronda Aunque el aeropuerto de Foronda protagoniza más la actualidad foral en la Diputación y las Juntas Generales que en el Consistorio vitoriano, una de las citas top, que diría Mourinho, realizadas sobre la terminal no llegó curiosamente del diputado general, sino del alcalde. Una de esas frases que sufren con la hemeroteca porque, dos años después de pronunciarla, no parece haber dado muchos frutos. El 16 de julio de hace dos años, unas semanas antes de que el Gobierno de Mariano Rajoy pulsara el botón del plan de eficiencia aeroportuaria que quitó al aeródromo la licencia H24 -la posibilidad de abrir todo el día-, el alcalde de Gasteiz aseguró estar “a muerte” con el aeropuerto y con sus trabajadores.

“Creo en ese aeropuerto. Estamos consiguiendo el compromiso de que Foronda no se cierre y que tenga toda la disponibilidad para todos los vuelos que existen en este momento y que puedan surgir en un futuro”, apuntaba entonces. Más de dos años después, las compañías aéreas ningunean Foronda y prefieren desviar sus vuelos a otros aeropuertos para evitar abonar tasas desmedidas y cumplir con las obligaciones que impone AENA. Sobre la terminal gasteiztarra el diputado general también ha tenido alguna frase interesante, como cuando el pasado 9 de abril decía que la licencia H24 para Foronda “llegará si hace falta”, como si realmente hubiera aeropuertos a los que no les hiciera falta abrir sus puertas cuanto más tiempo mejor para seguir creciendo.

A lo largo de este año Javier de Andrés se ha destapado también con puntualizaciones más bien sorprendentes en materias como la ahora evaporada Ley del aborto de Gallardón. El exministro de Justicia encontró el 5 de marzo un buen aliado en la figura del diputado general de Álava, que durante una comparecencia en las Juntas Generales valoró que “la ley actual frivoliza de tal manera que es más fácil para una niña abortar que comprar un paquete de tabaco”.

ley del aborto Sus palabras motivaron las críticas de toda la oposición, que sacaba adelante una moción en contra del anteproyecto de reforma de la Ley del Aborto y calificaba además esas declaraciones como “frívolas, irresponsables e irrespetuosas con las mujeres”, en palabras de la juntera jeltzale Pilar García de Salazar. Ana Morales, portavoz juntera popular defendió a De Andrés matizando que se le había solicitado una valoración sobre el anteproyecto y no una posición institucional, mientras la juntera de EH Bildu Itziar Lekuona apuntaba por su parte que “insultar y faltar al respeto a las mujeres no es compatible con la libertad de expresión”.

Recientemente, De Andrés acaparaba también las valoraciones negativas de muy diversos perfiles cuando aseveró que “si la Ertzaintza tuviera un menor índice de absentismo laboral no haría falta convocar una OPE”, en referencia a la Oferta Pública de Empleo convocada por el Gobierno Vasco y recurrida por el Ejecutivo de Rajoy, aunque después lo retiró. Erne, el sindicato mayoritario de la Policía autonómica, recordó a De Andrés ese mismo día que “el absentismo en la Ertzaintza -un 7,4% en 2013- es menor que en el resto de funcionarios del Gobierno Vasco”. El diputado general rectificó después y en un gesto honorable admitió que se había equivocado. Garoña y la energía nuclear -“si hay que cerrar industrias que suponen un riesgo, como la nuclear, sólo quedarían abiertas las panaderías”-, decía en una entrevista a este periódico en junio del año pasado, o EH Bildu, al que calificó este año como “una anomalía en al democracia europea”, han acaparado también la atención del diputado general.