A Iñaki Oyarzábal le preguntaron por el 3 de marzo y no tuvo más remedio que decir lo que pensaba. El antiguo secretario general del Partido Popular en Euskadi, vitoriano, parlamentario vasco y secretario de Derechos y Libertades del PP, se sinceró en una entrevista para la revista Jot Down, del pasado lunes, cuando su interlocutor quiso conocer su opinión sobre los asesinatos del 3 de marzo de 1976. La orden de detención contra Martín Villa le parece “ridícula”.

El asesinato de cinco trabajadores en el barrio de Zaramaga, “un exceso en una carga policial”. La actuación de la Policía aquel día, auspiciada por las órdenes de Martín Villa, fue consecuencia según Oyarzábal de “un momento en el que se vieron rodeados por la multitud, acorralados, y utilizaron armas de fuego para defenderse, excediéndose pero estoy convencido de que sin una orden política superior”. Publicada la entrevista, las declaraciones del representante popular empezaron a recorrer las redes sociales tan rápido como el mejor virus, y ayer todos los partidos de la oposición y la propia asociación de víctimas del 3 de marzo pusieron el grito en el cielo en un goteo constante de muchas críticas y un apoyo, el que Iñaki Oyarzábal encontró en el diputado general de Álava, Javier de Andrés, que no sólo no reprendió a su compañero de partido sino que lo justificó y defendió.

Así las cosas, desde primera hora de la mañana las reacciones no tardaron en sucederse, con el Ayuntamiento de Vitoria como epicentro. Además de criticar con dureza la postura del dirigente alavés del PP sobre la orden de detención y la realidad de los sucesos de hace 38 años, el portavoz del PNV en el Consistorio, Gorka Urtaran, solicitó junto a EH Bildu y el PSE la convocatoria urgente de un Pleno extraordinario para que toda la Corporación municipal “exija al Gobierno español la puesta a disposición de la Interpol y la Justicia argentina de los presuntos responsables políticos” de los asesinatos. Es decir, los exministros Martín Villa y Alfonso Osorio y el que era por entonces jefe de la Policía, Jesús Quintana. “El PP debe dejar de dar cobertura a los responsables de la masacre. El silencio cómplice de Maroto es inaceptable”, subrayó Urtaran, que definió las declaraciones de Iñaki Oyarzábal como “inadmisibles”.

Por su parte, mientras Maroto dio la callada por respuesta, el diputado general quiso dejar claro que por su parte no solicitará al Gobierno de Rajoy que facilite la extradición de los tres encausados, y apuntó que sólo lo haría “si lo solicitara una corte internacional”. Desde el Ayuntamiento, la portavoz del PSE Maite Berrocal criticaba las respuestas del parlamentario del PP. “Es intolerable, inaceptable y vergonzoso que hable en estos términos, responsabilizando a los muertos y rechazando los pasos de la Justicia sobre unos hechos que 38 años después esta ciudad todavía no ha conseguido olvidar y que además no queremos que se olviden”, incidió Berrocal.

Oposición municipal a un lado, la propia asociación de víctimas del 3 de marzo emitió ayer un comunicado en el que pedía directamente a Iñaki Oyarzábal “que deje de mentir”. “Es doloroso que sea un representante alavés el que se presente como portavoz de los defensores del modelo español de impunidad, como abogado defensor de Rodolfo Martín Villa, del capitán Quintana y de toda la cadena de mando política y policial”, explicó el colectivo, que tras 38 años de lucha empieza a ver un poco de luz al final del túnel gracias a la querella argentina impulsada al otro lado del charco por la jueza María Servini.

“Nuestra asociación cuenta con el respaldo de la gran mayoría social y política de Araba y por eso duele más que estas declaraciones mentirosas vengan de un alavés. Una vez más, representantes del PP ofenden con su actitud a las personas afectadas por aquellos hechos y a sus familiares”, concluyen desde la agrupación Martxoak 3, que pide al Ayuntamiento “un posicionamiento claro y rotundo sobre los hechos del 3 de marzo y que exijan al Gobierno que cumpla con la petición de extradición”.

En este sentido, desde EH Bildu Kike Fernández de Pinedo adelantó que apoyarán la presencia de la asociación en el Pleno extraordinario -que no debería demorarse más allá de la próxima semana- para que puedan aportar sus valoraciones. El portavoz de EH Bildu recordó que aquel día “tenía 14 años y vi cómo la Policía disparaba con bala a la gente en la Avenida” y definió como “repugnantes” unas palabras con las que considera que el político del PP “avala la versión de los hechos de Fraga, que dijo que la culpa de lo sucedido era de los manifestantes”. Para paliar las consecuencias de sus declaraciones, Oyarzábal se defendió posteriormente asegurando que condenaba y se solidarizaba con las víctimas del 3 de marzo y que sentía “el mismo rechazo y repugnancia por aquellos asesinatos que la mayoría de los vitorianos”.