la patata reinó durante la jornada de ayer en Villanueva de Valdegovía, donde por riguroso orden de turno ayer se celebró una nueva edición de la Feria de la Patata, en una memorable jornada de buen tiempo, ausencia de incidentes y una gran participación de vecinos y visitantes.

Las campanas del lugar fueron las encargadas de avisar del comienzo de la feria con un concierto que se ha convertido en un rito anual muy apreciado y que constituye por sí mismo todo un espectáculo que pone los pelos de gallina y llena el Parque de Valderejo de sus sonidos metálicos. Tras ello, y hasta primeras horas de la tarde, el mercadillo artesano se convirtió en el lugar de referencia principal, aunque no exclusivo.

Y es que en las zonas de aparcamiento y a la entrada y salida de Villanueva de Valdegovía se colocaron los tractores para ofrecer a los visitantes sacos de 25 kilos de patatas nuevas al precio de ocho euros. La gente se acercaba a los remolques y charlaba con los productores, interesándose por las variedades Kennebec, que eran las que se pusieron a la venta y que se corresponden con las últimas retiradas del campo.

Uno de los puestos instalados en el mercadillo era el de Neiker-Tecnalia, y allí se podían ver algunos de los resultados de sus trabajos de investigación y desarrollo. La responsable Amaia Ortiz Barredo, jefa del Departamento de Producción Vegetal, contaba que el mercado “es cada vez más exigente, y necesitas variedades que sean resistentes a las enfermedades que hay en la zona, que se puedan hacer en producción ecológica; tienen que ser más resistentes con menos químicos. Y luego los consumidores somos muy exigentes, nos gustan las patatas lisas, redonditas, con una piel fina y lavadas. Por todo eso se necesita investigar para tener nuevas variedades”.

El trabajo de I+D+i que desarrollan da sus frutos y ya “el año pasado se presentaron dos variedades nuevas, pero todavía no tenían nombre porque no se habían registrado oficialmente. Para este año -continuaba Amaia Ortiz- no hay ninguna nueva, sólo un clon, que será variedad dentro de dos o tres años. Lo que hemos hecho este año es traer las dos variedades presentadas el año pasado ya con nombre. Ya no son NK 03-100 ni nada de eso, sino que se llaman Miren y Morea”.

La presentación se llevó a cabo, desde luego, en el lugar más apropiado. “Tanto Valdegovía como la zona de Montaña Alavesa son dos zonas declaradas oficialmente productoras de patata de siembra. ¿Por qué?, porque son zonas muy altas, donde las enfermedades entran menos que en las más bajas y eso hace que la patata de siembra sea muy sana para que luego muestre todo su potencial productivo, libre de patógenos y de enfermedades. Esta patata tiene que ser así, producirse en zonas muy altas donde no entran insectos ni enfermedades”, señaló Ortiz.

El tubérculo también estaba presente en otros espacios. Mientras una patata gigante paseaba entre la gente dejándose fotografiar, los cocineros de Boilur se dedicaron a preparar una gran degustación en un garaje, en el centro de la localidad, y cerca se realizaban degustaciones: patatas fritas en cucuruchos, patatas asadas?. Junto a otras delicias de estas tierras, como los quesos, los frutos del bosque, los embutidos y las frutas y las verduras.

En la Oficina de Turismo las responsables no paraban de ofrecer información a los visitantes que se acercaban y que se interesaban por la feria, los núcleos de población y el Parque de Valderejo. Allí también coordinaban los recorridos de un grupo de visitantes que había acudido expresamente de Ploeuc-sur-Lie, en la Bretaña francesa, para ver el desarrollo de la feria, aunque justo es contar que ellos celebran una en su zona que dura tres días y reúne a unos 35.000 visitantes.