orbiso - Los numerosos equipos de rescate todavía no han logrado dar con el paradero del espeleólogo vitoriano Mario Laurino, de 75 años, cuya desaparición se denunció el pasado miércoles cuando, al parecer, se encontraba en la zona de Orbiso, en la comarca de Montaña Alavesa. Aunque fue ese día cuando se puso la correspondiente denuncia, lo cierto es que la desaparición se produjo mucho antes. Según confirmó ayer a este diario sobre el terreno un portavoz del Servicio de Emergencias del Gobierno Vasco, la desaparición se debió producir “cuando un vecino de Orbiso, un cazador, encontró el coche y recordó que una semana antes lo había visto en el mismo lugar. Esta persona llamó al 112, identificó la matrícula y automáticamente, mirando a las personas que tenemos desaparecidas, vimos que el día anterior, el miércoles, la familia había puesto una denuncia en la comisaría de la Ertzaintza en Vitoria. Inmediatamente iniciamos la búsqueda porque ya lo teníamos identificado”.
Sea como fuere, grupos de Emergencias del País Vasco, de Cruz Roja, Miñones y voluntarios -en total, más de cuarenta personas- rastrearon ayer el terreno casi al milímetro. El dispositivo contó con un helicóptero, que sobrevoló en numerosas ocasiones la zona utilizando como base de operaciones la zona de aterrizaje situada en la UCEIS de Campezo, y con la unidad canina, especializada en búsquedas como la que se lleva a cabo en la zona de la Montaña Alavesa. “El problema -explicaba uno de los voluntarios- es que es una zona con mucha vegetación y muchos senderos”. Tales circunstancias, dificultan la búsqueda, a pesar de que el primer día se estuvo rastreando el monte, el barranco Istora y las alturas de alrededor hasta las once de la noche, son ningún resultado.
Una de las esperanzas radicaba ayer, según el portavoz de Emergencias, en lo que pudiera haber en el coche, algún indicio del lugar al que se dirigió. “Sus amigos del GEA (Grupo Espeleológico Alavés), ya que ha sido presidente de esa asociación, pudieron acceder al interior del vehículo y comprobaron que todo el equipo estaba en el coche”, razón por la que en principio se descarta que pudiera haber descendido a alguna sima. De hecho, la que está localizada en la zona fue revisada y no se encontró nada, según la misma fuente. Sin embargo, en la misma zona hay numerosas cuevas que se están revisando por si se hubiera refugiado en alguna de ellas.
Centrados los esfuerzos en superficie, ayer se volvió a rastrear la zona. Incluso varios grupos de voluntarios de Cruz Roja y Emergencias, en tres vehículos, se desplazaron hasta San Vicente de Arana y desde allí y hasta Orbiso recorrieron barrancos y montes sin hallar nada.
Los trabajos continuarán en los próximos días, a pesar de las dificultades que presenta ese barranco. Se trata de una zona muy cerrada, con abundancia de jabalíes y con numerosas sendas -abiertas por los animales- por las que es muy fácil perderse. Por esa razón, además de los equipos institucionales, tiene una gran importancia la implicación de grupos de voluntarios del propio pueblo de Orbiso, que conocen la zona por ser cazadores o seteros.
Las personas que conocen a este espeleólogo afirman que, aunque tiene 75 años, goza de una excelente forma física, “es muy fibroso”, comentaban ayer en el lugar donde se dejan los coches de salvamento, entre los que se encuentra el de los perros que participan en la búsqueda.
Identidad. Según la Unión de Espeleólogos Vascos, el desaparecido es Mario Laurino. Las mismas fuentes confirman que Laurino es conocido por su gran dedicación a la paleontología, de la que da fe la gran osteoteca custodiada en el Instituto Alavés de la Naturaleza y diversas publicaciones. Ha sido presidente del GEA durante casi una década.
Voluntariado. Voluntarios de asociaciones de espeleólogos de Álava y Euskadi ya están sobre el terreno colaborando en la búsqueda.