gasteiz - La fiesta de homenaje a las familias y profesores que hicieron posible el nacimiento de Toki Eder, crear aquel entorno totalmente euskaldun desde la nada, promete emociones fuertes. La cita tendrá lugar este próximo domingo a partir de las 12.00 horas en las instalaciones del centro y según explica Patricia Saratxo, una de las organizadoras, será eminentemente “participativa” y abierta a todos los que, de una forma u otra, remaron en esa dirección. “Veremos las fotos históricas que hemos recopilado, que nos han removido. Va a haber txalaparta, dantzas... Y también gente de otras ikastolas para agradecerles que también estuvieron allí. No queremos que nadie se quede fuera”, remarca Saratxo.

Durante la fiesta, las primeras generaciones proyectarán también un vídeo que se detendrá en los momentos históricos más importantes en la gestación de Toki Eder, vistos desde los ojos de aquellos niños que en muchos casos ahora son padres de familia, y también en los actuales, los que marcan el paso de un centro que ha cambiado mucho pero que mantiene unas señas de identidad intactas. Una base que posibilita al alumnado que pueda vivir en euskera, que utilice y viva en lengua vasca en todos los ámbitos posibles.

Con el paso de los años, aquel centro escolar al que acudían niños desde todos los puntos de la capital alavesa se ha convertido en una ikastola de barrio, a la que sólo pueden optar los jóvenes alumnos residentes en su zona de influencia. La participación activa de los padres en el seguimiento de las actividades cotidianas de sus hijos y su colaboración como agentes activos de la ikastola siguen manteniéndose en su ADN pese al transcurrir del tiempo.

Aunque consciente de la dificultad de reunir a toda la gente que tomó parte en la gestación de Toki Eder, Aitziber Gardeñes confía en que la fiesta sea para recordar. Ella tocará el txistu, más de 25 años después de que aprendiera a hacerlo en la propia ikastola.

Uno de los momentos más emotivos llegará, a buen seguro, en la recta final del evento, un momento en el que podrá escucharse la histórica canción de la ikastola, obra de José María Otegi, además de alguna otra sorpresa que habrá que descubrir in situ. “Está hecho desde el corazón”, sintetiza Patricia Saratxo. - C.M.O.