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Aparece el cuerpo del hombre de Vitoria desaparecido en el pantano

Aitor Arenas, de 40 años, cayó al agua el pasado día 2 mientras navegaba

Aparece el cuerpo del hombre de Vitoria desaparecido en el pantanoEFE

gasteiz - Después de una semana de búsqueda infructuosa, las aguas del pantano de Ullibarri Gamboa devolvieron ayer a la superficie el cuerpo sin vida de Aitor Arenas Martínez, el vitoriano que desapareció la tarde del sábado día 2 tras caer de una embarcación en la que navegaba junto a un amigo y la hija de éste. El cadáver de este hostelero de 40 años, que regentaba un bar en la calle Portal de Bergara, fue encontrado ayer alrededor de las 9.00 horas por el cuidador de la isla de Zuaza, en cuyas inmediaciones se había perdido la pista de Aitor a las 18.00 horas del día 2. Su cuerpo se halló cerca de la orilla junto al albergue juvenil de la isla poco antes de que el operativo de búsqueda se iniciara como cada mañana desde el pasado domingo, y fue trasladado posteriormente al Instituto Anatómico Forense de Vitoria para tratar de determinar la causa de su fallecimiento.

Tras siete días peinando las aguas del embalse alavés con miembros del cuerpo de Bomberos, de la Ertzaintza e incluso la ayuda de un helicóptero, ha sido necesario esperar a que los gases que emanan del cuerpo elevaran el cadáver a la superficie para poder dar con él. La muerte de Aitor Arenas, que deja una pareja, Ana, se convierte en la víctima número 74 que se cobra el pantano de Ullibarri Gamboa desde 1958, año de su llenado de agua.

desaparición La búsqueda de su cuerpo se había convertido en una cuestión prioritaria para los cuerpos de Ertzaintza y Bomberos, que además han contado estos días con la colaboración del Club Náutico, la escuela de vela y practicantes de windsurf para dar con el paradero del fallecido, cuya caída al agua se produjo apenas media hora antes de que una espectacular tormenta de granizo azotara las inmediaciones de la provincia alavesa el sábado de su desaparición. Por eso, la Ertzaintza descartó prácticamente desde el principio que el incidente se produjera como consecuencia de las inclemencias del tiempo, como confirmó poco después tras hablar con los otros dos tripulantes que acompañaban al fallecido en el barco.

caída al agua Los tres habían partido del Club Náutico de Vitoria. En mitad de una maniobra, Aitor Arenas cayó al agua y el infortunio quiso que su chaleco salvavidas no se inflara como debió haber hecho. Aunque su amigo y patrón del barco dio la vuelta con celeridad mientras la hija de éste aún podía verle desde la embarcación, en el tiempo que el barco volvió al punto de su caída Aitor Arenas ya no se encontraba flotando en las inmediaciones. Los socorristas presentes en el pantano avisaron de lo ocurrido y los servicios de atención de emergencias se personaron rápidamente en el lugar, pero tuvieron que concluir el operativo de ese primer día con la llegada de la oscuridad.

Aunque especialmente durante la época estival muchos alaveses se acercan a bañarse y practicar actividades acuáticas al pantano de Ullibari Gamboa, los socorristas y servicios de ayuda y salvación presentes cada verano en la zona siempre han insistido en el peligro que suponen sus aguas, por tranquilas que resulten en apariencia. La presencia de algas en el fondo es uno de los grandes peligros.

Muy recordada fue la muerte de siete de chicas y un chico en el embalse el 25 de julio de 1958 cuando la canoa en la que cruzaban el pantano volcó por culpa de una fuerte e imprevista tormenta después de que en las horas previas se celebrara un concurso de natación y unas regatas. Fueron las primeras de las 74 las víctimas mortales que Ullibarri Gamboa se ha cobrado durante sus casi sesenta años de vida.

La última persona que perdió la vida en las aguas del embalse alavés fue un nadador de origen colombiano llamado Jorge Hoyos, que el 3 de agosto de 2009 había acudido al pantano a pasar la tarde con unos amigos. Tras meterse en el agua junto a su novia en una barca hinchable, el viento les fue alejando de la orilla hasta que los socorristas les perdieron la pista. Aunque el hombre era un buen nadador las corrientes imprevisibles del pantano, plagado de algas en su fondo, fueron letales y finalmente los servicios de emergencias sólo pudieron rescatar a su novia. Desde entonces, Ullibarri Gamboa no se había vuelto a llevar ninguna víctima hasta el pasado sábado, cuando Aitor Arenas cayó del barco en el que disfrutaba de una tarde de verano para acabar perdiendo la vida en sus aguas

funeral El funeral en memoria de Aitor Arenas Martínez se celebrará mañana a las 18.00 horas en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Mercedes. Antes, a las 11.00 horas, será incinerado en el tanario.