Oion - El alcalde de Oion, Rubén Garrido, del Partido Popular, calificó esta semana de "murmullos" las protestas de los familiares y de los vecinos de esta localidad que no entienden su empecinamiento para cancelar una subvención que se antoja vital para la supervivencia de la ikastola del municipio. Dicha ayuda fue conveniada en el año 2000 entre el Consistorio y el centro educativo y fue aprobada por el Pleno, incluso con los votos de los dos concejales del PP de entonces. Aparte, no ha sido cuestionada durante catorce años ni por el Gobierno Vasco ni por la Diputación Foral de Álava.

En declaraciones a la emisora de radio de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, Rubén Garrido negó la existencia de algún conflicto con el futuro de la ikastola. "Quiero ser aséptico en este sentido. No hablaré de conflicto, sino de dar solución definitiva a unos murmullos que hay en la calle", dijo refiriéndose a las protestas de los padres y familiares de los estudiantes de la ikastola que, en el último Pleno municipal, se manifestaron silenciosamente en la plaza de la localidad. Garrido confirmó que, de momento, se mantendrá la subvención "en tanto en cuanto se mantenga la legalidad del acuerdo" y reiteró que se ha encargado la elaboración de un informe jurídico externo que valore la licitud del acuerdo plenario de la Corporación municipal.

La amenaza del edil popular, sin embargo, no ha arrendado a las familias de la ikastola, que el jueves por la tarde celebraron una asamblea en el centro. En el orden del día hubo información de cuentas y temas internos y, como no podía ser menos, una información y debate sobre la situación que ha creado el Ayuntamiento, así como sobre la actitud que mantienen algunas personas del Consistorio con estas familias de la localidad.

Alfonso Faces, el presidente de la Junta Rectora de la ikastola, dio cuenta cronológica de la situación generada por el Ayuntamiento, del contenido de la reunión celebrada con el alcalde y de lo que se dijo en el último Pleno del Ayuntamiento, cuando los vecinos permanecían en la calle y otros, en silencio, en el salón de actos. En ese encuentro se pidió a los cooperativistas "no entrar en el juego" de esa polémica y mantener la calma. Por eso, Faces informó de que la ikastola San Bizente también ha solicitado otro informe a un despacho jurídico para que estudie la vigencia de un acuerdo de Pleno que no ha sido denunciado hasta la llegada de Garrido a la Alcaldía.

De hecho Garrido quiso quitarse ese problema de encima desde el comienzo de su mandato. Al inicio de esta legislatura propició una reunión con la viceconsejería de Educación del Gobierno Vasco para invitar a la ikastola a integrarse como centro concertado, con lo que lo único que tendría que invertir la Corporación sería en el mantenimiento y limpieza del centro, que es lo que actualmente hace en el colegio Ramiro de Maeztu. En aquel momento la ikastola prefirió mantenerse como estaba, aunque ahora, según el alcalde, no lo descartarían.

Este convenio fue firmado en el año 2000 por el entonces alcalde, Alberto Ortega, y los rectores de la ikastola. Se hizo por un período de 50 años y consolidaba unas ayudas por niño matriculado en la ikastola, empadronado en Oion, para poder garantizar el derecho de las familias a una educación en euskera de sus hijos. En la actualidad, el montante de la ayuda anual asciende a unos 73.000 euros que se utilizan para la limpieza del centro, lo que supone la mitad de la subvención y los gastos corrientes de mantenimiento. Los sueldos los abona el Gobierno Vasco -el claustro de profesores es de unas 30 personas, lo que supone un coste de 908.238 euros-. Debido a diversos problemas el servicio de comedor se tiene que dar en el cercano colegio Ramito de Maeztu, por lo que la ikastola paga unas cantidades mensuales en concepto de alquiler del comedor y gastos de uso del material del colegio.