Gasteiz - Por primera vez en mucho tiempo, los coches pueden circular por la Avenida de Gasteiz por una calzada sin obras, pues la vía que da acceso a la capital alavesa por esta arteria se abrió al tráfico hace poco más de una semana. En estos primeros días conductores y peatones han evaluado la nueva situación y el balance que realizan de la actuación municipal en la zona es positivo, al menos en lo relativo al tráfico. En el buzón ciudadano del Ayuntamiento se han registrado quejas sobre la estrechez de los nuevos carriles, que al parecer no admiten el paso de dos autobuses o camiones a la vez, con lo que ello podría suponer en caso de una emergencia atendida por los bomberos. Se censura también la eliminación de todos los aparcamientos de la zona reformada, en beneficio de peatones y ciclistas, y se critica que los giros a las calles transversales son demasiado cerrados para vehículos grandes. Sin embargo, a pie de calle las opiniones sobre los nuevos viales son unánimemente positivas. De momento no hay atascos, al menos de importancia.

Martín, dueño del bar Madison, uno de los grandes afectados por las obras de la Avenida (pasó la Semana Santa en blanco, sin terraza), explica que de momento por el nuevo carril de entrada a la ciudad coches, camiones y autobuses circulan sin mayores problemas. "Hay que ir con mucho cuidado, porque ha quedado muy estrecho, pero no hay atascos", destaca el hostelero, para quien el perjuicio ante la obra pasa más por la ausencia de plazas para aparcar. A los bares de los soportales de la Avenida iba desde siempre mucha clientela en coche, que lograba aparcar más lejos o más cerca y se sentaba en los veladores a aprovechar los escasos días de buen tiempo que disfrutan los vitorianos. Ahora eso se ha acabado. "Han desaparecido todas las plazas de aparcamiento, y eso sólo beneficia al parking del Europa, que va a sacar dinero de todo esto. Encima -prosigue- han quitado también plazas en la calle Bolivia, así que la gente da vueltas, no consigue aparcar y perdemos clientela. Si hay aparcamiento la gente viene, y si no vuela, ya no sólo por las obras", lamenta.

Por contra, Marian y Miguel están encantados con las obras que se están desarrollando en esta zona de la capital alavesa. A punto de coger su furgoneta, dicen no tener problemas con el tráfico, y asumen con paciencia las molestias que ocasionan los trabajos. "Estando en obras tenemos que aguantarnos, igual que si arreglas tu casa, no la vas a tener igual que antes, pero luego estará mucho mejor", afirma Marian, quien destaca que en el barrio "la mayoría tenemos garajes", por lo que no les afecta que se eliminen plazas de aparcamiento. Además, Marian considera que con abaratar los precios del parking del Europa se solucionaría el problema para quienes no tiene garaje privado.

Miguel, por su parte, asegura que "aquí aparcaban los que venían al centro de los barrios", y satisfecho como está con el desarrollo de los trabajos en su barrio, invita "al que no le guste como está quedando a que se vaya a otro sitio, porque la Avenida está preciosa".

"El problema es el tranvía" Luis espera clientes sentado en su taxi, en la parada de la calle Chile. Según este profesional del volante, los nuevos viales de la Avenida no han repercutido de forma negativa sobre el tráfico. "De momento no estamos viendo atascos, se circula bien, por lo menos en principio", señala el taxista, quien puntualiza que "no es que ahora se vaya mejor, porque el problema no es la circulación, es el tranvía, ese ha sido el atropello que hemos tenido y tenemos en esta ciudad".

Luis señala a la calle Chile, donde se acumulan los coches frente al semáforo a la espera de que el metro ligero cruce la Avenida. "El tranvía es el que crea los atascos, no tienes más que observar cómo están los coches y cómo aumenta la contaminación".

Víctor y su compañero pasan la hora del almuerzo a bordo de su ancha furgoneta de reparto. Bocata en mano, Víctor dice conducir cómodamente por los nuevos viales. "Yo paso normal, si el autobús está bien aparcado se pasa normal, por lo menos yo, y mi compañero también", señala el repartidor, que constata una mejoría en la circulación por la zona. "Ahora está todo bastante mejor porque fluye recto, y todavía no hemos tenido ningún atasco, aunque quién sabe qué pasará más tarde".