vitoria - La empresa presentó una oferta que el Ayuntamiento no podía rechazar, una rebaja del 30% sobre el precio de licitación, de casi 700.000 euros, y lógicamente, se llevó el concurso. El problema surgió cuando Aiteko, la firma ganadora de la gestión de los accesos a las piscinas de Mendizorroza y Gamarra durante el ya inminente verano, se dio cuenta de que con el dinero que iba a cobrar del Ayuntamiento era imposible pagar los salarios de los trabajadores a su cargo.
Así pues, la empresa renunció al contrato apenas dos semanas antes del inicio de la temporada estival y el equipo de gobierno ha tenido que adjudicar -ayer lo hizo- la contrata al segundo clasificado, deprisa y corriendo.
Así pues, será Disport Eki la firma que se encargue este año de controlar los accesos a las concurridas piscinas abiertas municipales, tal y como explicó ayer el equipo de gobierno a los grupos municipales de EH Bildu y PSE. La cuestión es si en unos pocos días da tiempo a poner en marcha todo lo necesario para asegurar el control y acceso a las piscinas. El concejal de Servicios a la Ciudadanía, Alfredo Iturricha, afirma que sí; la oposición alberga sus dudas y, en todo caso, pide cambios en la forma de contratar del Ayuntamiento de Gasteiz.
Las concejalas Iratxe López de Aberasturi (EH Bildu), y Maite Berrocal (PSE), denunciaron que la valoración excesiva de las ofertas económicas en las adjudicaciones municipales es lo que ha causado esta renuncia a última hora de Aiteko, pero también está detrás de las condiciones de precariedad en las que trabajan muchas personas para el Ayuntamiento vitoriano.
Con la crisis, la competencia por los contratos con la Administración se ha disparado y las instituciones aprovechan su posición de fuerza para forzar a las empresas a presentar ofertas cada vez más baratas para hacerse con las adjudicaciones, lo que luego se traduce en precariedad laboral, retrasos en la entrega de obras e incluso, como se ha visto en los últimos días, renuncias de última hora. - T.D.