vitoria - La salud económica del Ayuntamiento es buena. El déficit estructural del 13,46% (47,7 millones de euros) que las arcas municipales tenían en 2010 ha desaparecido y la situación actual es de estabilidad presupuestaria. Lo dice el informe que el interventor ha entregado al gobierno y a los partidos de la oposición. Un documento fechado el 28 de marzo que atestigua que el ejercicio pasado acabó con un superávit del 0,27%, un ahorro de 930.000 euros, que se incorporan al Presupuesto de 2014. Un análisis hecho público ayer por el alcalde y el concejal de Hacienda para demostrar que los recortes han permitido sanear las cuentas.
El Ayuntamiento deja atrás los números rojos, pero no la deuda: 113 millones de euros, 21 menos que hace cuatro años. Esto es como si cada vitoriano tendría que pagar 468 euros. Además, preocupa la liquidez para hacer frente a los gastos más inmediatos. Tal es así que el Consistorio acaba de pedir 25 millones de euros al Banco Santander -el que mejores condiciones pone- para aliviar la tesorería y ejecutar abonos puntuales. Es lo que se conoce como una cuenta de crédito, que se renueva anualmente, pero que no computa en la deuda. Es decir, "como si el Ayuntamiento pagase sus compras con una tarjeta Visa", explican desde el PP.
Pero ayer era día para sacar pecho y Javier Maroto presumió de estabilidad presupuestaria: "El Ayuntamiento gasta ahora lo que tiene, no como hace cuatro años -con el gobierno del PSE- que gastábamos más de lo que ingresábamos, una bola que iba creciendo y había que corregir". Maroto resaltó la necesidad de que los gobiernos gasten con rigor el dinero público que pagan los ciudadanos, y se comprometió a mantener esta estabilidad presupuestaria hasta final de su legislatura -en 2015 habrá elecciones municipales-. "En tres años hemos dado la vuelta a ese calcetín que olía mal", resumió.
Esta salud económica permite al Ayuntamiento asumir competencias en materia de empleo y promoción económica que de otra forma sería imposible. Según explicó el alcalde, las nuevas leyes quitan estas competencias a los municipios que no cumplan con la estabilidad presupuestaria. "Si no hubiésemos hecho este esfuerzo, el Ayuntamiento no podría destinar parte de su presupuesto de este año a promover políticas de empleo", resalta Maroto. "Y eso es hoy en día casi más importante que tener saneadas las cuentas", valora el alcalde del PP. "Por primera vez el Ayuntamiento pasa a números negros, nos olvidamos de los números rojos, y el objetivo es mantener esta tendencia" los doce meses que restan hasta unas elecciones municipales en las que Maroto se juega la Alcaldía.
El Pleno del Ayuntamiento gasteiztarra aprobó el 22 de marzo de 2010 un plan de estabilidad para el periodo 2010-13. Además, con la aprobación de los presupuestos de 2011, en enero del año siguiente, se revisaron y actualizaron los datos del plan aprobado dos años antes, con el mismo horizonte temporal, que finalizaba en diciembre de 2013. En el informe de evaluación de la estabilidad presupuestaria emitido por el interventor general, Alfredo Barrio, correspondiente al ejercicio 2010 se concluyó que era necesario modificar y ajustar ese plan ante las desviaciones existentes, para poder alcanzar la estabilidad presupuestaria para finales de 2013. Desde el inicio de este plan, los datos son de un déficit del 13,46% en 2010, 7,73% en 2011 y 0,86% en 2012 para, finalmente, alcanzar el pasado año la mencionada estabilidad.
amvisa, ensanche 21 y gilsa Pero aparte del Ayuntamiento, el informe del interventor analiza también el equilibrio económico de las sociedades Amvisa, Ensanche 21 y Gilsa según sus cuentas anuales -en este caso de 2012 porque las de 2013 aún están sin cerrar-.
Con respecto a la sociedad municipal de aguas Amvisa, el informe del interventor señala que ha habido una menor ejecución de las inversiones de lo previsto, por lo que su superávit disminuirá a medida que aumente el gasto. Si esta situación continúa así, "puede poner en peligro la capacidad financiera de la sociedad".
En cuanto a la sociedad urbanística Ensanche 21, no se observan incrementos en la tesorería o fondos líquidos, por lo que se mantienen a corto plazo sus problemas de liquidez salvo que afloren nuevos ingresos.
Con respecto a Gilsa, su déficit procede de la falta de actividad y por tanto de los nulos ingresos de una sociedad creada para la promoción de suelo industrial, ahora en crisis. Su situación de desequilibrio financiero, con un resultado de explotación negativo, hace que, según la ley, en el plazo de dos meses tenga que corregir este desequilibrio.
El alcalde defiende así el paso de las cuentas del Ayuntamiento de números rojos a números negros después de hacer público un informe del interventor municipal que atestigua que Vitoria tiene sus cuentas saneadas y se encuentra en situación de estabilidad presupuestaria.
13%
Déficit estructural del Ayuntamiento de Vitoria en 2010, esto es, 47,7 millones de euros de gasto más de lo que se ingresaba. Ahora, el informe del interventor habla de estabilidad presupuestaria.
0,2%
Superávit actual. El Ayuntamiento ahorró el pasado ejercicio 930.000 euros, que se incorporan al Presupuesto de 2014.
113
Millones de deuda. A pesar de tener las cuentas saneadas, el Ayuntamiento debe dinero. Es como si cada vitoriano tuviera una deuda de 468 euros.
25
Millones de euros que ha pedido el Ayuntamiento -en este caso al Banco Santanter- para hacer frente a pagos puntuales, pero que no computan como deuda. Es lo que se denomina una cuenta de crédito, que se renueva anualmente para operaciones a corto plazo. Es como utilizar y pagar con la Visa.