los jóvenes de Gasteiz tienen mucho que decir y aportar, aunque sus opiniones no se tengan en cuenta todo lo que merecen. Aportar en positivo, construyendo en conjunto, desde ópticas incluso antagonistas. Ése es el espíritu de Gazte Topa, un espacio de encuentro abierto a todos los colectivos juveniles de la ciudad y a cualquier chaval que lo desee a título individual que busca edificar una ciudad más joven, que atienda a las necesidades reales de un colectivo que engloba al 15% de la población. Un punto de unión del que fluyan las iniciativas, que tienda puentes con la Administración local o que ponga sobre la mesa los problemas que sufre la juventud para darles una solución. Caminando hacia una Gazte Capital, en definitiva.

El centro cívico El Campillo acogió este pasado jueves la tercera reunión que lleva a cabo Gazte Topa, una iniciativa impulsada gracias a un convenio entre el Consejo vasco de la Juventud (EGK) y el Ayuntamiento vitoriano. En un principio, el objetivo de este pacto pasaba por crear un grupo motor que impulsase la candidatura de Gasteiz a European Youth Capital, pero este proyecto se encuentra aparcado temporalmente por falta de financiación. Lo que no se ha dejado de lado es esa necesidad que los jóvenes tienen de disponer de una voz, lo que dota de todo el sentido a Gazte Topa.

Por el momento, en el grupo han tomado parte colectivos tan dispares como la Asociación de Solidaridad Vasco-Ecuatoriana, Arabako Gazte-Gorrak, Euzko Gaztedi, Nuevas Generaciones del PP, Gauekoak, Juventudes Socialistas, Ai Laket!!, Gazte Komunistak, Alternatiba Gazteak, Geu, Hell Dorado... Todo un crisol de culturas, ideologías y formas de ver el mundo que tratará de remar en la misma dirección, avanzar hacia una ciudad joven y que mire hacia los jóvenes, sujetos activos y necesarios para lograr una Gasteiz mejor.

Por el momento, las preguntas predominan sobre las respuestas. ¿Es Vitoria una buena ciudad para los jóvenes? ¿De qué se preocupa la juventud? ¿Participa lo suficiente? ¿Qué se puede hacer en favor de esa Gazte Capital? Del trabajo conjunto, de la puesta en común y del consenso comenzarán a surgir las respuestas. Porque si en algo llegan a coincidir jóvenes de características tan diferentes, pero jóvenes al fin y al cabo, mucho más fácil será intentar hacer algo juntos. Otra cosa será que, después, las instituciones tengan en cuenta estas reflexiones de manera efectiva, aunque el primer paso ya está dado. EGK se encarga de dinamizar Gazte Topa, que celebrará su próximo encuentro el 14 de marzo.

Ainhoa Villaverde, miembro de EGK, ha tomado las riendas del grupo en sus primeras reuniones, en las que ya han comenzado a fluir las ideas de forma un tanto "caótica". Habrá tiempo para ordenarlas todas, desde luego. "Cuando se da voz salen muchas cosas, y de eso se trata. Todo el mundo tiene algo que decir", simplifica Villaverde. La acompañan en su encuentro con este periódico Cristina Bereciartua, de Alternatiba Gazteak, y Alimou Balde, del colectivo Elkarrekin, natural de Guinea Conakry y residente en Gasteiz desde hace cinco años, que no han dudado en sumarse a esta experiencia que nace con ilusión y ganas de seguir creciendo. "Aunque soy extranjero, quiero aportar todo lo que tengo, aunque no sea mucho. Con voluntad y sinceridad", advierte Balde.

Las iniciativas consensuadas tardarán en salir a la luz, pero, por ahora, todos están de acuerdo en situar como las dos grandes preocupaciones de la juventud al empleo y la vivienda. "Nuestra situación es bastante precaria en estos dos campos, aunque se podría ampliar a muchos más. Estamos bastante dejados de la mano de Dios", critica Bereciartua. "Es obvio: sin un empleo digno no se puede acceder a una vivienda y sin vivienda no se puede tener un proyecto de vida y avanzar", recuerda Villaverde.

tasa disparada Cabe recordar que la tasa de desempleo juvenil ha escalado en Álava durante la crisis hasta el 30%, al tiempo que un 60% de los jóvenes de entre 25 y 29 años todavía vive con sus padres ante la falta de oportunidades. "Gazte Topa tiene que ser también un espacio para sacar a relucir estos datos y poder hacer propuestas nuevas que sirvan para darles un vuelco", anima, de nuevo, la representante de EGK.

Claro que, para que esto sea posible, los políticos deberían escuchar a los ciudadanos que al fin y al cabo les han permitido gobernar. "Desde las instituciones se tiene que tener ese chip de escuchar a la gente, sus problemas, y a partir de ahí diseñar las políticas públicas", prosigue Villaverde, resumiendo el espíritu de Gazte Topa, que puede abrir ese camino. "Nuestro éxito dependerá de la seriedad que el Ayuntamiento le dé a este espacio", añade Bereciartua.

Por desgracia, esa seriedad no suele predominar cuando se habla de los jóvenes desde ciertas ventanas como los medios de comunicación, a juicio de la integrante de Alternatiba Gazteak. "Se está generando una idea de los jóvenes como vagos y maleantes que no se corresponde con la realidad", censura Bereciartua, que se detiene en los itinerarios establecidos para los jóvenes en su dura carrera hacia el mercado laboral. "Sólo se incentivan los contratos de formación y las becas, pero los convenios colectivos ya nos penalizan trabajando al principio en las categorías más bajas", critica.

Balde, entretanto, considera vital esa comunicación entre colectivos para avanzar hacia una ciudad más amable con y para los jóvenes. "Es importante unirnos porque nos falta coordinación. Y como se dice, la unión hace la fuerza", recuerda. A este joven le preocupan también los problemas que se encuentran los inmigrantes como él a la hora de iniciar una nueva vida en estas latitudes, enmarañados entre permisos de trabajo y de residencia. En este punto, Bereciartua también apunta hacia la xenofobia que, en ocasiones, "se fomenta desde las instituciones con discursos populistas", una realidad en boga con la crisis como trasfondo. "Hay que remarcar que los jóvenes también hacemos cosas positivas, subrayar esas cosas que hacemos bien, porque no siempre se consigue", añade Villaverde en pleno debate.

La coordinadora del grupo se muestra esperanzada en que la gente que conforma Gazte Topa "siga motivada y sienta que esto les aporta cosas", mientras Bereciartua insiste en pedir a las instituciones que miren hacia este foro. "Si se queda en nada, será una nueva frustración", advierte.

jóvenes. El último Informe de Población contabiliza cerca de 35.000 de entre 14 y 29 años en Gasteiz.

euros. Aportación al Plan Joven en los Presupuestos, a los que se suman 20.000 más para la Capital Joven.