si algo caracteriza la vida social de Vitoria es su variedad, y esta semana ha sido un buen ejemplo. Los alumnos de guitarra del conservatorio Jesús Guridi eran los encargados de poner la nota musical, y lo hicieron con un concierto en el Centro Cívico El Pilar. Mientras, en el bar Totem (Zapatería, 26) las bodegas Iñíguez de Mendoza ofrecían lo mejor de sus caldos a los exigentes paladares de los gasteiztarras congregados en torno a sus vinos.

En el hall del Centro Cívico El Pilar había mucho más movimiento de lo normal -que ya es decir- el pasado martes. El motivo era que las personas que esperaban para entrar al concierto que ofrecían los alumnos de guitarra del Jesús Guridi hacían cola. Y es que completaron el aforo? de sobra.

Entre los que pillaron sitio y permanecían expectantes se encontraban Pedro Lanuza y su hija Amaia, que no tenían a nadie conocido entre los artistas, pero acudían "por curiosidad y porque nos gusta". Por ahí andaban también una familia casi al completo. Izaro y Gorka Martínez con su amatxo Alaiz Yoldi y la abuela Arantxa Igartua, que ocupaban las primeras filas.

En el casco vitoriano la actividad giraba en torno a otra tema: los vinos. A los que los gasteiztarras siempre se muestran aficionados. En el bar Totem las bodegas Iñíguez de Mendoza presentaban y hacían una cata con sus caldos.

"Al final ha venido mucha más gente de la que pensábamos, pero está todo preparado", aseguraba Jone Crespo, de las bodegas. El que no paraba de descorchar botellas y servir copas por todos los lados era Álvaro Verdugo, encargado del bar, que tenía la barra plagada de vistosos pinchos.

Fueron muchos los grupos que se crearon en torno a la barra, como el formado por Kontxi Ruiz de Aretxabaleta, Victoria Martínez, Itziar Aizpurua y Rosa Murgia. "Somos compañeras de trabajo? y a pesar de todo amigas", afirmaban entre risas. Uno de los más numerosos (y de los más ruidosos) era en el que estaban Myriam Jiménez, José Luis Díaz, María Jesús Portela, Igor Goirizelaia, Edurne Martín, Ioseba Puente y Marisa Benito, que se negaron a posar con la copa vacía? ¡como tienen que ser!