"Tiene usted diabetes. Olvídese de subir al Everest". Nada más escuchar esto en boca de su médico, Josu Feijoo preguntó: "¿Y lo de ser astronauta?". A pesar de su enfermedad, este alavés consiguió en 2006 subir a la cima más alta del mundo y ahora está muy cerca de cumplir su otro sueño: viajar al espacio. Si todo va según lo previsto, será este año gracias a los viajes de Virgin. Su billete lo han financiado "empresas energéticas, de telecomunicaciones y farmacéuticas" para que pueda realizar experimentos más allá de la atmósfera, pero también ha sido necesario un largo proceso de entrenamiento en la agencia privada NASTAR, en la NASA y en la agencia espacial rusa, nada menos que en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, que le ha convertido en astronauta de pleno derecho.

En los últimos años Josu Feijoo ha puesto cuerpo y alma en este proyecto "por la repercusión social que puede tener para que un diabético pueda acceder a cualquier puesto de trabajo y para evolucionar un software de telemedicina". Y, también, por un tercer motivo: "Quiero colocar a Euskadi en el mapa de países que tienen un astronauta". Actualmente son 38 los países que han conseguido colocar a un hombre o mujer en el espacio. "Cuando yo suba, Euskadi será el 39 o el 40, porque puede que en el mismo viaje se cuele algún otro país que se estrene".

Si hay algo de lo que presume Feijoo es de que en su traje espacial lucirá la ikurriña. No ha sido fácil conseguirlo. Además de su insistencia, ha sido importante que instituciones vascas lo hayan apoyado con cartas y recomendaciones para las agencias especiales. Ahora, en todos los actos de la NASA y la agencia rusa, es presentado como un astronauta de Basque Country. "Me encantaría que cuando embarque estuviese presente el lehendakari. Yo ya le he invitado. Al terminar el viaje la ikurriña se alzará en el pabellón donde están las banderas de todos los países que tienen astronautas", explica Josu Feijoo.

Lo cierto es que ya ha habido un astronauta vasco. Leopold Eyharts, nacido en Biarritz, viajó al espacio en 1998 por primera vez a bordo de la MIR. Años después, en el Atlantis, dicen que se llevó con él un jamón de Baiona y una réplica de la Torre Eiffel. "Tú eres de la bandera que lleves en la manga", apunta Feijoo, "yo llevaré la bandera americana y la ikurriña. Y, si no, solo la americana. Antes que representar a otros, represento a los americanos. Lo tengo muy claro. Es la agencia que me lleva al espacio. Si algún día viajo con los rusos, que ya me han invitado a ello, sé que me dejarán llevar la ikurriña".