que había aceite en Rioja Alavesa, , y de calidad, era algo conocido. Pero necesitaba del impulso de un grupo de personas que creyeran en sus potencialidades y que estuvieran dispuestas a poner en valor algo que sólo se producía casi para autoconsumo. Con ese convencimiento, hubo bodegas, agricultores y técnicos que se pusieron a trabajar para darle forma a lo que tenía que ser un nuevo producto. Se plantaron olivos, se hizo aceite, se experimentó y se logró la puesta en marcha de un Label de calidad. Ahora llega el momento de empezar a ver resultados positivos, y estos llegan a través de la Mesa del Aceite y del Olivo de Rioja Alavesa. Éste será el segundo año que se producirá aceite de oliva virgen con la citada etiqueta de calidad. Pero también es el primer año que habrá aceite ecológico. Un oro líquido que ya está cerrado y precintado en el interior del trujal La Equidad, en Moreda de Álava. El gerente de esa instalación, José Ramón Ceballos, es una de las personas que mejor entienden a las olivas arbequinas y a su jugoso zumo tras permanecer al frente del trujal durante una buena cantidad de años y de haber impulsado la modernización de la instalación.
Él es quien comenta que en el programa de trabajo para el aceite ecológico se han utilizado "alrededor de 5.015 kilos de olivas, de las que se han extraído aproximadamente 1.100 litros de aceite, sometido todo a una rigurosa trazabilidad. Es un aceite con la misma calidad que la del Label, pero con la diferencia de que en todo su proceso en el campo y en el trujal se ha garantizado la no utilización de productos no naturales".
Tras este proceso también ha estado el presidente de la Mesa, Fernando Martínez Bujanda, la principal autoridad en estas materias reconocido así por los sectores que están en el citado foro. "Estas olivas proceden de árboles que llevan cuatro años en producción, comenta, aunque hasta éste no han comenzado el proceso de elaboración del aceite ecológico". Para ello tuvieron que ser inscritas previamente en el Consejo Ecológico y seguir las pautas de trazabilidad que se les indicaron, en cuanto a tratamientos, abonos, poda y otros.
"Hace unos días llegó el momento de la recogida y acudió a las fincas una persona del Consejo para verificar cómo se realizaba el ordeño de las olivas". El siguiente paso fue llevarlas al trujal y allí otra persona "verificó que las que se echaban en la tolva eran las arbequinas protegidas y que las que llegaban al sinfín para su extrusión eran las mismas. Y que en todos los casos no había ningún tipo de residuo indeseado, para lo que se realizaba un análisis". Tras la decantación del aceite se volvían a tomar muestras y tras el visto bueno "se almacenó en un depósito independiente que quedó precintado hasta el momento que se vaya a envasar", que será cuando se entreguen a los productores inscritos las contraetiquetas del Consejo Ecológico .