AMURRIO. Ésta es su 35º exposición. Se dice pronto...

Efectivamente, realizamos la primera muestra en el año 1978, aunque la sociedad surgió en 1973. Parece mentira, pero aquella primera exposición fue sólo de sellos, y hoy día casi nos tenemos que centrar en monedas, porque nos estamos quedando sin filatélicos. De hecho, la colección de sellos de este año, en torno a la cesta punta, nos la ha prestado un coleccionista de Basauri.

¿A qué se debe esta pérdida de aficionados a la filatelia?

Desde que se desató el caso Afinsa está de capa caída. Este hobby nuestro lleva muchas horas de trabajo y si inviertes y ves que pierdes dinero, al final abandonas. En numismática, por lo menos, vamos salvando, porque gastas equis y ves que luego esa moneda ha ganado valor, pero con los sellos ha pasado al revés.

Ahora que lo dice. ¿Es una afición al alcance de todos los bolsillos?

Por supuesto, sólo hay que ajustarse al presupuesto que tenga cada uno. Es cierto que en este mundo se han dado casos de subastas de sellos o monedas cuyo valor inicial partía de los 90.000 euros o más, ya sea por antigüedad, rareza o por el material en el que están realizadas. Sin embargo, hay muchas colecciones cuyos propietarios no han tenido que desembolsar grandes sumas de dinero, aunque sí mucha dedicación, horas de trabajo y creatividad. Un ejemplo lo tenemos en las colecciones temáticas realizadas con monedas o sellos actuales de muy diversos países, en torno a mil cosas como pesca, setas o animales. Se trata de piezas que, sueltas, no tienen gran valor, pero su creador ha tenido el ingenio suficiente para con poco dinero hacer algo realmente curioso. Y es que en filatelia y numismática, como en cualquier tipo de coleccionismo, todo es cuestión de perseverancia, paciencia y mucha afición.

Uno de sus objetivos ha sido crear cantera. De hecho, en la muestra nunca falta el concurso 'El saber numismático' para atraer la curiosidad de la infancia y juventud.

Totalmente. Somos 110 socios y de ellos una veintena menores de 25 años, la edad a la que se les empieza a considerar seniors. Es todo un lujo tener tanto aprendiz, en numismática tenemos la cantera asegurada. Respecto al concurso, lo organizamos de cara a que los niños y niñas respondan preguntas sobre un billete o dos monedas escogidas, en torno a qué país pertenecen, qué monumento o personaje histórico aparece en ellas... A los que aciertan les damos monedas para que inicien sus colecciones particulares.

Lo que se echa en falta desde hace dos años es su estafeta de correos.

Estamos en crisis, la subvención municipal no ha aumentado y, al final, te ves obligado a suspender actos porque no te alcanza el presupuesto. La última la organizamos en 2011 y todas las personas que lo desearon pudieron matasellar sus cartas con un matasellos del Vía Crucis que pintó Juan de Aranoa. Creo que fue el séptimo paso de los cuadros que alberga la iglesia de Santa María, que se convirtió en sello, de un total de catorce.

No era la primera vez que hacían algo especial en materia filatélica, en relación a esta colección de cuadros al óleo que cuelga de las paredes de la parroquia de Amurrio.

Cierto. Además de que las siete primeras estaciones protagonizaron los matasellos con los que funcionó esta estafeta en las exposiciones de 2005 a 2011, en la de 2007 nos lanzamos a dar a conocer esta obra pictórica con la edición de cien series de quince sellos autoadhesivos y de curso legal para cartas de hasta veinte gramos, reproduciendo la Pasión que este pintor bilbaíno creó en 1924 para nuestra parroquia, así como cien tarjetas con el dibujo de la tercera estación que permitió crear lo que en el argot filatélico se denomina tarjeta máxima. Es decir, sello, tarjeta y matasello con la misma ilustración. No obstante, no fuimos los primeros en editar este Vía Crucis en sellos oficiales, aunque sí le añadimos una imagen de la iglesia.

¿A quién se le ocurrió primero?

Las primeras series se editaron el 17 de marzo de 1970 desde la República de Burundi en África Oriental, quien trabó relación con el pintor bilbaíno a través de un misionero, y encargó a la fábrica de Heraclio Fournier la impresión de la primera colección.

En el listado de colecciones numismáticas de este año choca la titulada 'Monedas de fantasía'. ¿Qué son?

Es el nombre con el que hemos bautizado a esas monedas que emiten países sin estado o incluso regiones y que funcionan a nivel interno. En el archipiélago de Aland en Finlandia tenemos un ejemplo, pero otro más cercano es el Axarco del municipio andaluz de Vélez. Es una moneda creada hace 25 años por amor a la comarca malagueña de la Axarquía, y la única de la zona euro que resistió la llegada de la moneda común. Es una especie de pagaré que se usa para comprar en comercios y como reclamo turístico, dada la importancia de la cultura árabe en la zona.

Recuerda a la moneda local que, con el nombre de Ogerleko, se pondrá en circulación en el Valle de Ayala en diciembre para dar un revulsivo al sector comercial. ¿Qué le parece?

En cuanto a si va a mover la economía comarcal, me muestro escéptico, a no ser que tenga algún gancho para el consumidor como descuentos, premios... Como numismático estoy encantado. Pienso hacerme con varias series de todos los billetes o monedas que se realicen.