VITORIA. A lo largo de 2013 han sido al menos dos los casos similares al acontecido ayer en Gasteiz registrados en el Estado. Curiosamente, todos ellos ocurrieron durante los meses de verano, cuando ventanas y balcones suelen permanecer más tiempo abiertos para refrescar la vivienda.
En junio murió en la localidad barcelonesa de Vic un niño de dos años tras caer de un cuarto piso. El menor dormía en su habitación cuando se despertó y salió al balcón, donde se subió a una silla desde la que se precipitó.
La misma desgracia se repitió dos meses después un bloque de viviendas de Talavera de la Reina, Toledo, cuando otro niño de tres años falleció trágicamente tras caer desde un quinto piso. Al parecer el menor, de origen chino, se quedó solo un instante cuando su hermano de 18 años abandonó el piso para relevar a su padre en el negocio familiar que regentaban en el mismo barrio.
Mejor suerte corrió un bebé de apenas dos años que unos días antes cayó desde un primer piso en Lanzarote. En esta ocasión el suceso se produjo al caer el niño desde un primer piso. Milagrosamente salvó la vida con heridas leves en la cabeza.
Este verano fue especialmente trágico en lo que a ahogamientos se refiere, con más de 110 casos registrados en todo el Estado en 2013, con víctimas tanto adultas como menores. En Euskadi se registraron cuatro casos de muerte por ahogamiento, dos en Bizkaia y otras dos en Gipuzkoa.
Uno de los fallecidos fue un menor de ocho años que perdió la vida mientras nadaba en la piscina municipal de localidad vizcaína de Ortuella. El chaval, natural de la misma localidad, participaba en unas colonias de verano y se estaba bañando en la piscina junto a otros niños.