Vitoria. Quien tiene una marquesina tiene un tesoro. Y más cuando el frío hace larga la espera a un autobús urbano de Tuvisa. Desde la asociación vecinal Zabalgana Batuz lo conocen bien, porque han insistido una y otra vez al Ayuntamiento de Vitoria en la necesidad de que este nuevo barrio de la ciudad cuente con estas estructuras para resguardar a los usuarios del transporte público. Y en mayo de este año se anunció, por fin, que se trasladarían marquesinas infrautilizadas a otros puntos, entre ellos dos en la calle Naciones Unidas y otros dos en Derechos Humanos. Pero uno de ellos, el del número 29, se hace esperar, por lo que desde la asociación han vuelto a la carga.
Desde el colectivo se preguntan ahora a qué espera el ejecutivo local para proceder a este prometido traslado, con el mal tiempo ya encima. Han logrado por el momento contar con tres marquesinas, pero no quieren arrojar la toalla con la cuarta. "A cualquiera puede sorprenderle esta pelea, pero es que si no estamos encima igual tenemos que esperar otro año a que haya novedades", explica una de las portavoces de la entidad.
La falta de marquesinas ha sido una de las batallas emprendidas por los vecinos de Zabalgana por la falta de servicios en el barrio. Los autobuses urbanos no llegaban a todas los rincones de la zona y, a donde lo hacían, a veces faltaba la marquesina. Quizá uno de los casos más llamativos fue el de la parada de lanzadera a Aldaia: un punto del recorrido donde los usuarios deben bajarse de la línea normal para enlazar con la lanzadera y que, sin embargo, carecía de marquesina. Junto a un solar vacío. Con los usuarios expuestos a los elementos.
De varias de estas reclamaciones ya se puede hablar en pasado porque el gabinete Maroto, tras un acuerdo con el grupo municipal del PNV para invertir en los nuevos barrios, se comprometió a trasladar marquesinas infrautilizadas -porque eran del servicio de gautxori o de la lanzadera que antes conectaba Abetxuko con su parada del tranvía, que estaba a las puertas del pueblo- a puntos con más usuarios. Esta posibilidad se había retrasado, hasta entonces, tras el litigio sobre la instalación de las marquesinas y también por el coste económico de contar con nuevos elementos. Incluso de trasladarlos. Los vecinos, sin embargo, criticaron la falta de este tipo de elementos en líneas muy concurridas y consideraron que se podían eliminar marquesinas de zonas donde apenas se utilizaban, porque eran de bajada o porque habían perdido la parada tras los cambios en los recorridos de los urbanos. Y estas propuestas, por fin, fueron escuchadas.
El PP avanzó la decisión en mayo y, ya en agosto, el PNV presentó el listado. Habría emplazamientos con nuevos postes de parada, y otros doce con marquesina, que en este caso eran en Bulevar de Salburua número 21 y en el cruce con plaza de la Unión y con Ilíada, Ilíada con Gabriel Martínez de Aragón y con Nadine Gordimer, la Avenida de Bruselas con Carta de Atenas, Reyes de Navarra con Telefónica, Fontecha con Etxezarra, Adriano VI en el número 1, Beato Tomás de Zumárraga 71, Naciones Unidas con Salvador Dalí, y en Derechos Humanos 29 y 34.
Siguiendo cada paso Zabalgana Batuz, a través de su página web, se ha venido haciendo eco de cada paso de este plan, algo que demuestra la expectación generada. El pasado 15 de noviembre, por ejemplo, revelaron que ya se había colocado la marquesina de la lanzadera a Aldaia, que había avances en la avenida de los Huetos, y confiaban en que, en pocos días, se hiciera lo propio en Naciones Unidas y Derechos Humanos. En concreto, bajando desde esta vía hacia Reina Sofía, la primera parada -número 29- carece de marquesina, mientras que la siguiente, junto a la plaza porticada, sí dispone de ella.
La falta de avances en este punto preocupa ahora a la asociación Zabalgana Batuz, que sigue atenta a los avances en el plan que, en su día, facilitó el Ayuntamiento. Fuentes municipales, mientras, se reafirman en que el traslado de todas las marquesinas anunciadas se cumplirá. Aunque, eso sí, la empresa responsable tiene hasta los tres primeros meses de 2013 de tiempo para terminar la operación. Aunque el frío del invierno no espera.