l Gamarra. El complejo deportivo se abrió con retraso y un sobrecoste en la construcción del centro social, el mismo edificio al que ahora hay que cambiar parte de la cubierta. Pero no acaba ahí. La construcción de un campo de golf que no cumplía los requisitos medioambientales hizo que la Diputación paralizara el proyecto, minimizado al final a un 'green' de prácticas. También se aparcó de forma definitiva la instalación de un embarcadero, junto al río Zadorra, incluida en el plan inicial. Más adelante hubo que contratar el riego automático para las zonas verdes (686.433 euros) y construir vestuarios para el personal (+464.000 euros), dos actuaciones olvidadas antes.
l 'Mendi'. La piscina cubierta puede definirse como un gran 'agujero negro' que, además, llegó con dos años de retraso. Su 'sello' iba a ser un enorme graderío con aforo suficiente para acoger competiciones de muy alto nivel. Eso, antes de recortar una planta de gradas y dejar una piscina al uso. Tampoco se incluyeron en la obra las piletas, la urbanización exterior, el sistema de deshumectación y la escalera de evacuación. Gastos debidos a errores de planificación que han disparado el precio 5,4 millones de euros por encima de lo estimado. Pero el cúmulo de despropósitos no acaba ahí. Ahora, en septiembre, ha habido que repintar las paredes, deterioradas por las fugas de agua.