La reforma de la Plaza de Abastos se ha convertido en uno más de los diversos temas de conversación del mercado. El edificio municipal, que se acerca a los 40 años de vida, tiene previsto afrontar desde septiembre su mayor cambio. Una revolución que, a medio plazo, cambiará el aspecto de estas tiendas de fruta, encurtidos, pescado, carne, vino o pollo, pero que a largo también espera atraer a clientes más jóvenes a uno de los referentes comerciales de Vitoria. Abastos se reinventa.

Las obras, que se alargarán hasta noviembre de 2014, suponen el desembarco de un grupo de empresarios locales que aportará ocho millones de euros para renovar el edificio, agrupar a sus 40 puestos en la planta cero y permitir la llegada de un operador de ocio -se hablaba de la Fnac- a su piso superior. La operación, más ambiciosa que el lavado de cara que se había desarrollado en los últimos ejercicios -mejoras de seguridad, accesibilidad, imagen...-, es una salida hacia adelante frente a una crisis que empezaba a dejar puestos vacíos en este recinto comercial. Muchos de sus comerciantes ansiaban ese paso, algunos dudan de qué puesto les tocará ahora -la superficie de la que dispondrán es la gran incógnita- y otros se lamentan del trasiego que supondrán las obras. Todos, eso sí, coinciden en que Abastos inicia una nueva época.

Uno de los más entusiasmados es el presidente de la sociedad de gestión de la plaza, Manuel Rabasco. El responsable de Pollería Magda destaca que todos los comerciantes, por unanimidad, aceptaron el cambio, y algunos que barajaban la jubilación ahora optan por esperar. Y destaca que "lo importante es que no cerraremos los puestos" con las obras. De hecho, al arrancar los trabajos se agruparán provisionalmente todos los negocios en la planta superior, un periodo que puede alargarse entre 12 y 18 meses. Después, la idea es que todos pasen a la planta a cota cero. Para que los futuros clientes puedan ver mejor la diversidad del género de una plaza que busca, contra corriente, un nuevo impulso. Ése es el interés del mercado.

Pili Jaras, Hermanos Jaras Blázquez

Carmen Unzalu, carnicería Miguel Unzalu

Ángel Castillo, chúpate los dedos

Imanol Martínez, Pescados Antonia