vitoria. Sin proclamarlo abiertamente, el gabinete Maroto reconoció ayer la mayor: existe un convenio interinstitucional de 2006 renovado en 2010 que obliga a la Diputación a financiar el 17,5% del coste del tranvía de Abetxuko, aunque ésta insista en que no hay tal acuerdo ni partida asignada para cumplirlo. El PP vitoriano dio por buena esta realidad al aprobar la moción socialista por la que se exigía al ejecutivo foral que cumpla de forma inmediata el pacto suscrito. Ahora bien, el concejal de Hacienda aprovechó el turno de explicación de voto -durante el debate previo no quiso intervenir- para matizar la postura del equipo de gobierno en un intento de justificar a sus compañeros de partido en la administración alavesa. "Si hay un convenio legalmente firmado se debe pagar. Y sabemos cómo se dejó en el Ayuntamiento y todo lo que hubo que hacer para pagar, pero no cómo se dejó en la Diputación", elucubró.
Y hubo otra puntilla. Uriarte dejó claro que, pese al apoyo a la moción del PSE, el gabinete Maroto "no comparte" las exposiciones realizadas por los grupos de la oposición. Fueron todas ellas intervenciones duras, con un denominador común: la convicción de que el ejecutivo de Javier de Andrés ha cercenado la credibilidad de la propia institución y antepuesto la batalla PP-PSE y la pugna preelectoral a los intereses de los gasteiztarras. "Esta situación ha generado una quiebra de confianza total en la Diputación", alertó la concejal del PNV Blanca Guinea. "Demuestra que la firma del PP no vale nada", opinó la edil socialista Blanca Berrocal. "Es un vergonzoso caso de escaqueo y hace que uno se pregunte quién va a ser el guapo que se atreverá ahora a suscribir con el ejecutivo foral un convenio", añadió David Pina, de Bildu. La coalición abertzale, por cierto, se abstuvo en la votación, como muestra de apoyo a los vecinos del barrio, "que nunca han querido este trazado" del tranvía.
El Gobierno Vasco insiste en que si la Diputación no paga su parte deberá hacerlo el Consistorio. Es mucho dinero, 1.197 millones de euros, que el gabinete Maroto no está dispuesto a abonar. De ahí, seguramente, que ayer se rindiera a la moción socialista. El ejecutivo foral, por su parte, guardó silencio. No obstante, desde que estalló la polémica el lunes de la semana pasada, su versión siempre ha sido la misma. No piensa financiar el porcentaje que se le reclama porque, a su juicio, sólo hubo un acuerdo de voluntades. La documentación, no obstante, demuestra lo contrario. Y, además, en los presupuestos forales de este año hay designada una partida de nombre Convenio Tranvía Vitoria-Gasteiz. Es menor que las cantidades que había dejado comprometidas su antecesor, de sólo 85.777 euros, pero existe.
Abetxuko aparte, la futura ampliación del tranvía por el este de Vitoria también está en el aire. El diputado general aseguró que no financiará futuros trayectos y conminó al Gobierno Vasco a asumirlos por ser transportes su competencia. Pero ese es ya otro capítulo.