Vitoria. El pueblo de Armentia inició hace ya un tiempo, por deseo de sus vecinos, un proceso para cambiar la nomenclatura de sus calles con el objetivo de adaptarse a la toponimia local. Se necesitaron numerosas reuniones para configurar este nuevo mapa, pero el trabajo no fue en balde. De hecho, recientemente, el Ayuntamiento de Gasteiz dio su visto bueno a las propuestas de modificación remitidas desde la Junta Administrativa y Armentia contará muy pronto, con todas las de la ley, con calles adaptadas a sus términos toponímicos. Algunas de sus vías ya han sido renombradas.
Todo parecía haber transcurrido sin mayores problemas hasta que los vecinos de los números 31, 31A, 31B y 33 del antiguo Camino de Armentia, cuatro domicilios ubicados al final de la calle Emilia Pardo Bazán -perteneciente al término municipal de Vitoria-, recibieron una inesperada y desagradable noticia desde el servicio municipal de Padrón. Una vez revisada la nueva nomenclatura, el Ayuntamiento les notificó que la referencia catastral de sus casas corresponde, en realidad, a Emilia Pardo Bazán, ya extendida hasta los límites de Armentia, lo que de facto supone que sus domicilios han sido absorbidos por la capital alavesa.
Uno de los vecinos afectados recibió el pasado 1 de junio una notificación firmada por la jefa de Padrón de Vitoria donde se daba cuenta de esta modificación. "A partir de hoy, la inscripción padronal de las personas empadronadas en Armentia nº 31 B - Bajo 01 será la de Emilia Pardo Bazán nº 31 B - Bajo 01". Desde entonces Paco, que así se llama, comenzó su lucha por seguir siendo un vecino más de Armentia, como siempre lo fueron su abuelo y su padre y como él lo ha sido durante sus 65 años de vida. Así estaba establecido también en certificados oficiales, sellados por el propio Ayuntamiento de Gasteiz, relativos a la numeración de los edificios de la zona, datados en el año 1994.
"No quiero pertenecer a Vitoria porque he pertenecido siempre a Armentia y quiero seguir haciéndolo. No queremos sentirnos discriminados ni desarraigados de nuestros orígenes", sintetiza el afectado. A pesar de que ya se ha dirigido al Ayuntamiento en dos ocasiones para intentar que rectifique, sus esfuerzos han sido, por ahora, en vano. La Junta Administrativa de Armentia le respalda, al igual que al resto de afectados, pero el gabinete de Javier Maroto ha optado por el silencio.
La Junta remitió una primera carta al concejal de Urbanismo, Miguel Garnica, el pasado 12 de junio exponiendo la problemática de estos vecinos. "Con motivo de la aprobación de la nueva nomenclatura de calles para esta entidad local, le ruego tengan a bien estudiar la petición de los vecinos", arranca la carta. "Estas viviendas de Emilia Pardo Bazán, según los planos que obran en poder de esta Junta Administrativa, pertenecen al término de Armentia, y no al de Vitoria como el resto de viviendas de dicha calle", prosigue. Hasta ahora, la calle Emilia Pardo Bazán concluía en el número 29. Y, de hecho, cuando el Ayuntamiento decidió prolongar esta vía hasta los límites de Armentia, la explanada que hay delante de los números 31 y 33 quedó sin urbanizar al pertenecer a la entidad local, que fue la que se encargó de hacerlo cuando se realizaron las obras en todo el pueblo.
En un segundo escrito del 18 de junio dirigido a un técnico del Ayuntamiento, la Junta Administrativa insiste en que los vecinos afectados se sienten "discriminados y desarraigados" y solicita al Consistorio que atienda a su petición asignando a los cuatro domicilios la dirección Plaza Mendibe -Mendibe Enparantza-, toponímica de Armentia. Paco teme que si pasa el tiempo y sigue sin haber respuestas puede llegarse al silencio administrativo, lo que conllevaría perder esta batalla. "Quiero creer que todo ha sido un error, y de sabios es corregir los errores", zanja el afectado.