Vitoria. La estación de Los Herrán busca gestora. Aunque ahora todas las miradas se centren en el proyecto de la plaza Euskaltzaindia, la terminal de autobuses mal llamada provisional sigue reclamando la atención del Ayuntamiento de Vitoria. A la concesionaria se le acaba la licencia el 28 de agosto, por lo que el equipo de gobierno ha iniciado de forma urgente los trámites para encontrar una nueva empresa que quiera hacerse cargo del servicio hasta que Los Herrán tenga por fin sustituta.

La fecha de caducidad del 28 de agosto la puso hace dos años el anterior gabinete Lazcoz. Entonces la estación de autobuses iba a construirse en Arriaga y, si no se producían contrariedades, no parecía necesario prorrogar por más tiempo la gestión. Sin embargo, los socialistas erraron en su previsión. Ahora, es de suponer que las obras en la plaza Euskaltzaindia comenzarán en otoño, por lo que, en caso de que los trabajos sigan el ritmo marcado, seguramente la nueva gestora de Los Herrán terminará de ofrecer su servicio dentro de dos años, en 2014.

Las empresas interesadas en asumir la gestión de la vieja estación de autobuses ya pueden empezar a preparar sus proyectos. El Ayuntamiento va a puntuar aspectos tales como los horarios de apertura y cierre, la accesibilidad y el confort de los usuarios. Además, la ganadora deberá abonar un canon simbólico de 600 euros al Ayuntamiento. El equipo de gobierno ha fijado esa cuota, aunque valorará positivamente la mejora al alza de la citada cuantía.

Los trámites recuerdan que ya falta menos para que Vitoria cuente con una estación de autobuses digna. La terminal de Los Herrán se satura de autobuses y coches en determinadas horas del día, ofrece un espacio al viajero que deja mucho que desear, sin los servicios típicos de cualquier terminal del siglo XXI... Todos los ciudadanos están de acuerdo en que hacía falta una nueva terminal, aunque la ubicación se haya convertido en un motivo de disputa. Hay quienes siguen pensando que Arriaga era mejor emplazamiento, otros que prefieren Euskaltzaindia y quienes creen que los dos espacios son malos.