vitoria. Esperanza, confusión y enfado. Ésas son las sensaciones entre las que se movía ayer la plataforma Arkaiate, el colectivo impulsado por vecinos de la zona y que se han movilizado con insistencia para exigir al Ayuntamiento de Vitoria que solvente los problemas de limpieza, falta de transporte y servicios en general de esta zona de la ciudad. El llamado barrio de la crisis, por que los retrasos en la construcción de viviendas le han aislado de Salburua, el barrio más cercano, ve ahora con esperanza la posibilidad de recibir a los autobuses urbanos, una de sus principales reivindicaciones. Sin embargo, el sistema ha generado dudas. La plataforma teme que, finalmente, se opte por instalar una lanzadera desde bulevar de Salburua, la zona límite a la que ahora llegan los autobuses de Tuvisa. El PNV lo descartó.
El colectivo teme esta posibilidad porque así se lo dejaron entrever representantes del gabinete Maroto en una reunión anterior. Esta opción no convence a estos residentes, ya que el transbordo podría hacer más factible seguir cubriendo la distancia entre Salburua y Arkaiate a pie. Su propuesta pasa por ampliar el recorrido, como ayer presentó el grupo municipal del PNV. El tema aún tiene que confirmarse en el Consejo de Tuvisa.
"El diseño que se ha presentado parece el de una lanzadera, que no soluciona nada. Igual nos equivocamos, pero nos faltan datos". Una de las portavoces de la plataforma Arkaiate, Dorleta Biteri, pide por ello más aclaraciones sobre "cuál será la opción que se escoja, en qué consistirá en concreto".
El asfaltado, que según el PNV debería estar listo para finales de julio, es otro de los puntos sobre los que se esperan previsiones más concretas, porque la mejora del firme se presentaba clave para la llegada de los autobuses. No obstante, también se trata de una actuación ansiada por los vecinos, puesto que Arkaiate aún tiene zonas sin asfaltar que generan polvo y dificultan la circulación de los vehículos.
ya no será en junio Por otro lado, la plataforma también lamenta que, hasta hace poco, se hablaba de contar con asfaltado y autobuses para junio, un baile de previsiones que ha provocado el enfado de la entidad, que además critica que la llegada de los urbanos ahora dependa de la ampliación del tranvía en Abetxuko.
La última duda se refiere a la inclusión de estas mejoras de transporte en el pacto entre PNV y PP por valor de 50,3 millones de euros para toda la legislatura. La plataforma entiende que este presupuesto se logra tras la paralización del BAI Center y debería dedicarse a equipamientos, no a unas mejoras que deberían depender del presupuesto de Tuvisa.