Vitoria. La recogida de vidrio sube por fin al Casco Viejo de Vitoria. Tras el éxito de los dos contenedores que comenzaron a funcionar a modo de prueba a principios de año, era cuestión de meses que brotaran muchos más por el resto de la colina. Antes de que termine mayo, el equipo de gobierno instalará otros 18 depósitos en puntos estratégicos del barrio, todos ellos con mejoras respecto al modelo piloto para facilitar el reciclaje, ganar en seguridad y reducir el ruido que se generaba al depositar los restos. Además, esa colocación irá acompañada de una campaña informativa para que los vecinos los usen correctamente.

Tan acertada ha estado la Green Capital con la puesta en marcha de este proyecto, que ciudades como Pamplona ya han decidido copiar el modelo. En los cuatro meses que llevan funcionando los dos contenedores piloto, en la calle Diputación y en la confluencia de Abrevadero con Nueva Fuera, ha quedado demostrada la necesidad y eficacia del servicio. Se han recogido 13.980 toneladas de vidrio y no se ha registrado ningún incidente. No obstante, el equipo de gobierno ha preferido incluir algunas correcciones para que los próximos 18 containers funcionen mejor. Concretamente, se ha aplicado una mayor insonorización a través de unas placas que redirigen el residuo y evitan el choque directo, mejoras en el anclaje al suelo, las cerraduras y las bisagras, y se ha cambiado la ubicación de la boca.

El coste de los contenedores ha sido asumido por Ecovidrio, la empresa que se encarga de la recogida selectiva de este material por toda la ciudad. Y también correrá a su cargo el gasto de la campaña informativa que se pondrá en marcha a la par que la instalación de los depósitos para dar a conocer la ubicación de las veinte islas entre los vecinos. En principio, todo apunta al éxito. El nuevo servicio evita dejar bolsas de basura en la calle y anima al reciclaje, además de que la recogida no genera las típicas molestias propias del paso de los camiones. La retirada de los residuos se realiza mediante equipos pequeños que minimizan el ruido y al mediodía, por lo que los residentes pueden pasar la noche tranquilos.

Tras este paso, el equipo de gobierno sigue dando forma al resto de patas de su plan para asear la cara de la colina. Aunque todavía no hay fecha, ya ha confirmado que retomará las campañas de concienciación para acabar con las bolsas de basura en la calle. La intensa labor informativa realizada entre agosto y Navidad de 2010 no ha eliminado las conductas incívicas, para desgracia de quienes cumplen con sus deberes. Además, día sí y día también, las bocas de los buzones de recogida neumática se atascan. A veces, por cuestiones técnicas ajenas a los usuarios. Otras muchas, por la introducción de materiales inapropiados que los estropean. La aparición de los nuevos contenedores de vidrio podrían ayudar a minimizar las consecuencias de las malas prácticas, pero el Ayuntamiento es consciente de que aun así habrá que seguir educando.

Mientras tanto, el equipo de gobierno sigue estudiando la posibilidad de usar lonjas vacías como almacenes de grandes cantidades de papel y cartón, para que el tamaño de las bocas de los buzones dejen de ser una excusa para abandonar las bolsas en el suelo. Y, fuera ya del circuito del Casco Viejo, también ha decidido abordar la colocación de contenedores de reciclaje de aceite doméstico. El título green exige un esfuerzo extra y el Ayuntamiento parece que no va a a ahorrar energías en la lucha por una ciudad más eficiente y sostenible.