vitoria. El espacio, ahora infrautilizado, comprendido entre el final del trazado del tranvía, en la calle Angulema, y el multiusos Iradier Arena pasará a denominarse plaza Green Capital. Con este guiño, el gobierno de Javier Maroto quiere que la Capitalidad Verde Europea deje huella en la ciudad, más allá de 2012, año del reinado green. El pequeño jardín y los parterres se transformarán en una senda peatonal, que unirá Angulema con la plaza del Renacimiento. La reforma priorizará los pasos peatonales y obligará a cambiar la circulación en una zona ya de por sí con exceso de tráfico, según explicó ayer la edil Leticia Comerón.
La idea de imprimir en el callejero el nombre de Green Capital gusta, en principio, como expresión del importante galardón conseguido por Gasteiz, aunque no tanto el emplazamiento elegido. De "idea de bombero" tachó Antxon Belakortu poner este nombre a un espacio que delimita con el coso taurino. "No me parece mal pero, para no hacer el ridículo, vamos a buscar un espacio mejor", recomendó el concejal de Bildu. "Mira que no hay plazas en Vitoria para cambiarles el nombre, así, de pronto, se me ocurren dos, por ejemplo: la de España y la de la Constitución", ironizó.
Esta actuación está incluida en la partida de cinco millones de euros destinada a reformas de calles, que también contempla urbanizar de una vez el camino de Santa Teresa, en San Martín, y arreglar la cale Fueros, peatonalizando el tramo del resbaladero que desemboca en el Casco Viejo, y habilitando un carril-bici hacia las universidades. Fueron las únicas actuaciones concretas que la oposición pudo arrancar ayer al PP. Esta "opacidad" desató las críticas de socialistas y nacionalistas. Los jeltzales, preocupados por el poco hincapié del Presupuesto en las necesidades de los barios, según Álvaro Iturritxa. Y el PSE, porque todas las obras van al centro. "Volvemos de nuevo a hacer distinciones entre barrios de primera y de segunda", denunció la edil Marian Gutiérrez.