vitoria. Cuando estaba en la oposición, Javier Maroto llegó a ponerse detrás de las pancartas contrarias a la estación de Arriaga. Ayer, el que desfiló fue su retrato -y el de Antxon Belakortu- a bordo del autobús de cartón que encabezó la manifestación en contra del nuevo proyecto de terminal que han impulsado el PP y Bildu en Euskaltzaindia. Jóvenes, mayores, familias, botas de monte, tacones... Más de doscientos ciudadanos de todas las edades y condiciones proclamaron su desacuerdo con la ubicación escogida para acabar con la agónica provisionalidad de Los Herrán. Combativos, pero con actitud festiva, regaron las calles del centro de Gasteiz con villancicos adaptados para la ocasión y terminaron su marcha con una simbólica entrega de carbón al primer edil.

Los organizadores de la manifestación, la plataforma Euskaltzaindia Plaza Bizia-Plaza Viva, no dudaron en mostrar su satisfacción por el grado de participación. Apenas han transcurrido dos semanas desde la creación del colectivo y los doce vecinos de Lakuabizkarra que lo impulsaron ni tienen vinculaciones políticas ni cuentan con el poderoso apoyo de las asociaciones ecologistas y sociales que crearon SOS Arriaga para evitar la construcción de la terminal en el parque. "Desde el principio, en todos los actos que hemos hecho, la respuesta ha sido importante. Creo que es porque no estamos ligados a ningún partido, porque es evidente que tenemos una visión de ciudad y que lo que queremos es que las cosas se hagan bien", subrayó Paz Torquemada, portavoz del grupo.

"Bildu, dónde está la consulta popular", "ez, ez, ez, geltoki honi ez", "no hay proyecto, no a la estación"... Los manifestantes insistieron en que la plaza de Euskaltzaindia es una mala ubicación para la terminal por enclavarse en una zona que ya está a tope de tráfico y cuenta con cinco centros educativos. A su juicio, sería preciso contar con informes sobre el impacto de la infraestructura en el entorno antes de proseguir con los trámites para su construcción; estudios que ahora mismo, si existen, no se han presentado. "Maroto traslada la estación a la plaza para tapar el agujero del BAI Center. ¿Eso es un criterio técnico?", se preguntó Jon, uno de los participantes en la marcha. "Esta parcela debe seguir siendo para uso cultural", defendió Paz.

El alcalde se reunió la semana pasada con Euskaltzaindia Plaza Bizia para tratar de templar los ánimos, pero su firme decisión de seguir adelante con la estación de autobuses no ha hecho sino avivar la protesta vecinal. El colectivo está dispuesto a hacerse oír para forzar a Maroto a reflexionar antes de que suene la campana. Y ese momento está cada vez más cerca. En el Pleno del día 27, el equipo de gobierno tiene previsto aprobar de la mano de Bildu la recalificación de la plaza, el paso definitivo para el inicio de las obras. Sería casi un milagro que el primer edil diera marcha atrás, pero la plataforma cree que aún tiene opciones. "Todas las personas que estamos aquí tenemos muchas cosas que hacer, no venimos para perder el tiempo. Tenemos esperanza en que Maroto nos escuche y recapacite", apuntó Paz. "No hay nada que le impida cambiar de postura. Es cuestión de voluntad política", alegó Maite, una madre del barrio de Lakua.

El vivero, la entrada a Foronda, el aeropuerto... A los manifestantes se les ocurren muchos emplazamientos "mejores que Euskaltzaindia". Por eso, sólo piden a Maroto es que tenga la deferencia de estudiar otras alternativas "para no acabar hipotecando a la ciudad para siempre". Se lo advirtieron hasta cantando, con la música del villancico de Olentzero, de Los peces en el río, El tamborilero, Arre borriquito... Pero con letras guerreras confeccionadas para la ocasión y, en vez de panderetas, enarbolando carteles reivindicativos.