vitoria. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, y representantes del Gobierno Vasco se reunirán el próximo 2 de noviembre para hablar de la nueva estación de autobuses. El objetivo de la cita es limar asperezas entre ambas partes después de que, como ayer denunciaron los grupos municipales de PNV y PSE, unos informes técnicos elaborados por el Ejecutivo autonómico muestren dudas sobre la intermodalidad de la futura infraestructura de Euskaltzaindia. Esos documentos, en cualquier caso, no son vinculantes.

Los departamentos de Transportes y de Ordenación del Territorio remitieron estos informes al Ayuntamiento el pasado 28 de septiembre y, sin embargo, hasta ayer no se convirtieron en motivo de debate en la Casa Consistorial. Los grupos de PSE y PNV acusaron al equipo de gobierno de haber guardado en un cajón esos informes, a pesar de que se estaba tramitando el cambio de ubicación de la estación de autobuses del parque de Arriaga a la plaza de Euskaltzaindia.

La polémica estaba servida. El alcalde, a través de un comunicado, cargó ayer contra la actitud "desleal" del gabinete de Patxi López por haber rechazado el proyecto sin conocerlo. "No pueden tener esta actitud, y menos en un momento como éste en el que debe primar el consenso de las instituciones en materia de proyectos estratégicos". "Debemos buscar una solución lo antes posible", zanjó.

Entre tanto, los grupos municipales del PNV y PSE cargaron públicamente contra la actitud de Maroto y contra el proyecto de Euskaltzaindia. El portavoz jeltzale en el Ayuntamiento, Gorka Urtaran, criticó la omisión de estos informes y la falta de trasparencia del alcalde. Por ello, el PNV ya ha solicitado un informe a los servicios jurídicos del Ayuntamiento para aclarar cómo afectan estos documentos a la tramitación del proyecto de Euskaltzaindia.

Desde el PSE, mientras, Juan Carlos Alonso cargó duramente en conferencia de prensa contra la actitud del alcalde. Y consideró que este episodio vuelve a generar "incertidumbre" en torno a la estación de Euskaltzaindia, al considerar que este proceso puede encarecer y dilatar la construcción de la terminal. Fuentes municipales, sin embargo, recordaron que durante la etapa Lazcoz se adjudicó el proyecto de Arriaga por unos 600.000 euros y el nuevo proyecto, que incluye un nuevo parking subterráneo, se contratará por unos 700.000. Pero un importe no se suma al otro.

Jeltzales y socialistas volvieron a evidenciar sus dudas, además, sobre un proyecto que sirve de "tapón", según apuntó Alonso, al agujero de las obras del BAI Center en Euskaltzaindia pero que se alejaría del soterramiento y, por tanto, de la posible conexión con el tren. Un informe de la sociedad urbanística municipal Ensanche 21 anunciado también ayer mismo certificó que ninguno de estos informes hace referencia a "riesgos ni condicionantes medioambientales, de protección del patrimonio cultural o del medio natural que deban ser respetados, por lo que no pueden considerarse vinculantes".

El director vasco de Transportes, Mikel Díez, precisamente hizo referencia a estas dudas: en declaraciones a Cadena Ser, y en un tono conciliador, este representante del Gobierno Vasco insistió en que los informes elaborados son técnicos, centrados en el tema de transporte, y que su departamento está abierto al diálogo. La cita entre ambas partes, el alcalde y el Gobierno Vasco, ya tiene fecha: será el próximo 2 de noviembre. Maroto insistió en que su objetivo es presentar "todos los detalles" de esta infraestructura. Ahora habrá que ver si Ayuntamiento y Lakua encuentran un punto de encuentro para un proyecto en el que son vecinos.