vitoria. Ningún grupo municipal reculó ayer en su posición sobre el polémico caso Gilsa. El alcalde, que comparecía a petición de la oposición, volvió a defender la pulcritud del proceso de contratación de las dos trabajadoras de esta sociedad pública e insistió en que había anulado los dos nombramientos para que el trabajo que se desarrolle desde este organismo se realice con consenso. No se lo creyeron ni el PNV, ni el PSE ni Bildu, la formación que desveló que Maroto había llevado a cabo el procedimiento sin el conocimiento ni la autorización del Consejo de Administración -en el que están representadas las cuatro formaciones-. Los tres partidos insistieron en que éste es un requisito establecido en los estatutos que se incumplió.

El concejal de Bildu Antxon Belakortu retó al alcade a preguntar a los servicios jurídicos sobre esta cuestión, mientras que el edil del PNV Borja Belandia advirtió de que "a partir de ahora miraremos con recelo cualquier medida que se tome". Más beligerante, el socialista Juan Carlos Alonso denunció que la oposición "haya tenido que ejercer como detective privado" y se preguntó cómo es posible que el proceso de selección hubiera durado sólo siete días, "un récord en el Ayuntamiento". En realidad, no esperaba una respuesta, ya que había insinuado que los nombramientos habían sido a dedo, enchufe que también sugirió Bildu.

Maroto recordó que el PP tiene mayoría absoluta en el Consejo de Administración, por lo que las contrataciones habrían seguido adelante pese a la falta de consenso. Además, a preguntas de la oposición, aseguró que la marcha atrás en los nombramientos no tendrá ningún coste para el Consistorio porque "las trabajadoras aún no habían firmado los contratos y han dicho que no van a pedir ninguna indemnización porque ya no quieren saber nada del Ayuntamiento". No obstante, no aclaró por qué ya habían sido dadas de alta. "Incluso las hemos visto trabajar aquí", subrayó Alonso.

En su segundo turno de réplica, Maroto puso el ventilador con el PSE en su punto de mira. Reprochó su dureza y le advirtió de que "cada vez que abrimos un cajón nos estamos encontrando un muerto" de la anterior legislatura. El último apareció el pasado martes. Según el alcalde, el ex gabinete de Patxi Lazcoz contrató "verbalmente" a Nestor Basterretxea para su escultura Europa y éste aún no ha cobrado. "No hay partida, ni informe del interventor... Son 90.000 euros. ¿Y ustedes hablan de decencia?". El PSE, por su parte, aclaró que ese gasto ya estaba consignado, con cargo a la partida de promoción del arte público.