Vitoria. Los recortes anunciados el pasado viernes por el gabinete Maroto, que consistían en eliminar o revisar ciertos pluses de los funcionarios, quedan en suspenso hasta septiembre. El ejecutivo local y el comité de trabajadores llegaron ayer a este acuerdo para, desde finales del verano, empezar a acordar posibles medidas. Los funcionarios confían en que en esta negociación se plantee la posibilidad de convocar una nueva Oferta Pública de Empleo y por actualizar, de una vez por todas, el convenio laboral.
Representantes de ELA, LAB, CCOO y SIPLA pusieron ayer sobre la mesa sus propuestas. El comité se mostró dispuesto a negociar medidas en cuestiones de absentismo, pero no a aceptar recortes. La alternativa del organismo para ahorrar costes pasa por convocar una OPE para cubrir las vacantes existentes y que, según calculan los trabajadores, podría ahorrar al Ayuntamiento alrededor de un millón de euros. Fuentes del gabinete Maroto, por su parte, insistieron en que se trata de una propuesta más que habrá que valorar en septiembre.
La negociación no está cerrada, pero tanto gabinete como trabajadores han destacado el clima de diálogo existente. Llegar a ese punto no ha resultado sencillo, puesto que la confianza ha estado "a punto de romperse". Así lo reconocieron ayer los propios trabajadores. Estas diferencias surgieron a raíz de la nota de prensa que el ejecutivo presentó el viernes, en la que anunció un "pacto" entre el alcalde y los sindicatos para reducir el absentismo. El acuerdo tenía tres puntos: crear una mesa que analice las causas del absentismo y proponga soluciones; que las mutuas y compañías de seguros realicen un seguimiento de las bajas; y, finalmente, se retiraban determinados pluses y se revisaban otros.
Esta última medida fue la más llamativa, ya que el gobierno destacó que los trabajadores cobran un extra por trabajar en nocturno o festivos "incluso cuando el trabajador se encontrara de vacaciones", y que se abonaba un complemento por conducir a los funcionarios sólo por tener carné. El comité, por contra, aunque se resistió a entrar a valorar estas medidas, descartó que se cobren nocturnidades indebidas -explicó que se prorratean ciertos pagos para igualar el salario- y, además, aseguró que quienes cobran el plus por conducir son una minoría de la plantilla, y que ese pago está justificado.
El anuncio del equipo de gobierno, por tanto, molestó a los trabajadores, que lamentaron las "prisas" del gabinete por salir a la palestra y, por ello, convocaron ayer a los medios de comunicación para realizar sus propias valoraciones. Criticaron que incluso se había puesto en peligro este "embrionario camino de diálogo". Sin embargo, en una reunión de urgencia mantenida unas horas antes con el concejal responsable de Función Pública, Manu Uriarte, la situación se recondujo. Y tanto unos como otros hablaron, esta vez sí, de un principio de acuerdo para tomar medidas en la lucha contra el absentismo.
Este pacto pasa por convocar una mesa que estudie las causas del absentismo y aporte propuestas. Eso sí, los trabajadores matizaron que, en la cuestión del seguimiento de las mutuas, "hay diferentes criterios". Y, por otro lado, ambas partes también han acordado dejar sin efecto el tema de los pluses hasta septiembre.
Septiembre, mes clave La secretaria del comité, Mónica Gómez de Segura, aseguró que los funcionarios están dispuestos a hablar de cómo limitar la tasa de absentismo, pero no a hablar de "ataques a la plantilla" ni de recortes, algo que en la pasada legislatura Lazcoz se tradujo en las reducciones de los pagos durante las bajas de los trabajadores y que recibió una huelga como respuesta.
Septiembre se presenta como un mes clave para la plantilla municipal. Los sindicatos confían en retomar las negociaciones para actualizar su convenio, en el que no se ha avanzado en los últimos años, y plantear la posibilidad de una nueva OPE. Pero en la Casa Consistorial, mientras, también se iniciará en septiembre la ponencia sobre fiscalidad en la que se abordará la delicada situación de los gastos e ingresos corrientes del Ayuntamiento, un foro en el que se plantearán posibilidades como limitar el coste en plantilla, repensar servicios o aumentar los impuestos. Aún no se ha concretado cómo se solventará el problema, pero los trabajadores municipales permanecen atentos al debate.