vitoria. Serio pero calmado, compaginando euskera y castellano, centrándose en la crisis pero sin olvidar otros de los retos de la ciudad, Javier Maroto intervino ayer por primera vez como nuevo alcalde de Vitoria. El primer edil, que apenas se extendió durante diez minutos, prácticamente comenzó y acabó su intervención hablando de la situación económica y de su afección a los ciudadanos. A ellos se dirigió para transmitirles confianza. Y advirtió: "En una situación difícil como ésta, hay que tomar decisiones difíciles". No concretó cuáles, pero sí insistió en que habrá que vigilar "hasta el último céntimo de euro" en las Cuentas municipales.

Maroto prometió rigor, eficacia y austeridad. Y esa trinidad económica la tradujo en la necesidad de "apretarse el cinturón" en los presupuestos del Ayuntamiento, así como en evitar gastos innecesarios, impulsar medidas contra la crisis y crear empleo. Para lograrlo, apeló a la necesidad del diálogo y la búsqueda de consenso. El alcalde, en este sentido, nunca se ha cerrado puertas y en su día recordó que, durante su etapa al frente del Departamento municipal de Hacienda -con el gobierno de Alfonso Alonso-, alcanzó acuerdos tanto con PSE como con PNV. Ni siquiera se cerró las puertas de Bildu, al asegurar que todos los concejales deben aportar su trabajo a la ciudad. Ayer, no habló de siglas concretas, pero sí les recordó en general que "todos compartimos el amor a Vitoria y el deseo de cambiar las cosas a mejor".

En campaña, esa "transformación" de la ciudad a la que también apeló en su discurso de ayer pasaba por el impulso de proyectos como el parque empresarial de Betoño, el Anillo Verde Interior, el mayor control de las ayudas sociales, el nuevo centro para mayores en la plaza de la Constitución... Sin embargo, en su primera intervención como alcalde no habló tanto de sus proyectos como de dos retos que afronta la ciudad: uno más cercano, que la ciudad sea la European Green Capital 2012, y otro llamado a cambiar Vitoria, el soterramiento. Al hablar del primero, confió en que el título no se quede en "una mera celebración". Y el segundo, mientras, lo describió como "el proyecto estratégico más importante que tiene Vitoria en los próximos años (...). Vitoria no puede ni debe esperar más a que este proyecto vea finalmente la luz".

Además de la crisis y los proyectos clave, Maroto también se dirigió directamente a los ciudadanos para prometerles cercanía. El dirigente aseguró que su proyecto de ciudad se asienta sobre "un trabajo diario a pie de calle". Por ello, además de asegurar de nuevo que gobernará para todos, "independientemente de su ideología", Maroto también aseguró que escuchará a los vecinos "estando en contacto directo con las personas, atendiendo lo que les preocupa y teniendo en cuanta cuáles son sus necesidades, preocupaciones e ilusiones". Los retos del nuevo alcalde ya están sobre la mesa.