LA escultura/fuente La inocencia, lo inesperado ya ha cambiado de ubicación. Ha pasado de la plaza Euskaltzaindia, donde siguen las obras del BAI Center, a la mediana de portal de Foronda. Un cambio anunciado pero no por ello menos polémico. La decisión del Ayuntamiento de Vitoria se ha topado con la firme oposición del autor de la obra, Imanol Marrodán. Y, para rizar el rizo, el controvertido montaje de la estructura en su nueva ubicación se hizo al revés, con su elemento superior mirando a la salida a Bilbao. Esta situación ha reavivado las críticas del artista afincado en Vitoria, que anuncia medidas legales. Éstas son las claves del proceso.

la obra

Un símbolo para Lakua

Imanol Marrodán ganó en 1999 un concurso organizado por la Junta de Compensación del sector 2 de Lakua, que quería rematar con un símbolo esta urbanización: así se creó la escultura/fuente La inocencia, lo inesperado en la plaza Euskaltzaindia. Entonces comenzó una historia de continuas polémicas, tras el litigio entre la Junta y el autor por el funcionamiento de la fuente. Un caso que ahora se ha convertido en un argumento en la disputa entre el Consistorio y Marrodán: los primeros insisten en que el agua de la obra -que debía caer de forma vertical sobre el estanque- nunca llegó a funcionar y el segundo critica el abandono de una estructura que, pese a todo, ha aparecido como imagen de Vitoria en numerosas campañas de turismo.

la parcela

El proyecto del BAI Center

Las obras del complejo del auditorio han motivado la polémica en torno a La inocencia, lo inesperado. En un primer momento, se habló de que la fuente sería compatible y, según ha insistido Marrodán, así se incluyó en el concurso para elegir el diseño del auditorio. Este punto es clave, ya que en él se basa una de las denuncias que el artista pretende presentar ante los Juzgados. Marrodán asegura que siempre se mostró dispuesto a mover unos metros la obra, pero dentro de la propia Euskaltzaindia. El Consistorio respondió que la fuente hipotecaba la parcela.

el traslado

El anuncio del Consistorio

El enfrentamiento abierto entre Consistorio y Marrodán arrancó el 18 de marzo de 2010. Fue el día en que el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Alonso, anunció el traslado de la obra a una rotonda de Portal de Foronda. Marrodán se negó en redondo. Aseguró que su obra estaba pensada para un entorno en concreto y anunció, ya desde entonces, que emprendería acciones legales si el Consistorio mantenía su decisión.

la polémica

Un acuerdo imposible

El cruce de acusaciones entre el Consistorio y el artista fue continuo en 2010. Marrodán expuso que no se podía llevar a cabo un traslado sin su supervisión, mientras que el ejecutivo alegó que resultaba imposible alcanzar un acuerdo por las condiciones que exigía el artista.

la alternativa

Una plaza descartada

El acuerdo sólo estuvo cerca en un momento; Marrodán propuso una alternativa para Portal de Foronda: que, en lugar de trasladar la escultura a la rotonda, se creara una plaza en la mediana. El artista incluso preparó un proyecto -que incluía un carril bici y una senda para hacer footing, aunque también exigía replantar diversos árboles-, pero el Ayuntamiento la descartó por costoso y optó por salir por la tangente: La inocencia, lo inesperado se reubicaría en la mediana, sin construir la plaza pero sin cerrar las puertas a que se realizara en el futuro.

la nueva ubicación

A la espera de un estanque

El traslado se preparó en marzo. Seis empresas optaron al concurso, para el que el Ayuntamiento reservó 263.000 euros. Marrodán, mientras, criticó que la maniobra no incluyera varios de los elementos del conjunto. El más evidente, el estanque. Sin embargo, el Consistorio finalmente adjudicó la obra por cerca de 100.000 euros, por lo que esta semana se han iniciado los trámites para completar el traslado con un estanque. Pese a todo, Marrodán mantiene su oposición a esta nueva sede donde, además, cree que la obra quedará tapada por los árboles que la flanquean.

a los tribunales

El siguiente paso

La polémica sigue camino de los tribunales. El artista ya prepara dos casos: denuncia que el concurso del auditorio cometió un error al elegir un diseño incompatible con su obra y, por otro lado, critica el daño moral y a la propiedad intelectual sufrido. El Ayuntamiento de Vitoria defiende, mientras, que la escultura ya pertenece a la ciudad, no al artista. El debate continúa, a pesar de que el traslado ya es un hecho.