El primer sorbo supo redenso. El segundo, a ladrillo. El tercero, oneroso. El cuarto, eléctrico. El quinto, a incertidumbre. El sexto, a necesidad... Dio mucho de sí el Gorkafe inaugural del año, la iniciativa que el PNV ha puesto sobre la mesa para que la ciudadanía haga llegar sus preocupaciones, quejas y sugerencias desde ahora y durante toda la legislatura al candidato jeltzale a la Alcaldía de Vitoria. "Con estos encuentros directos, unos colectivos, otros individuales, lo que intento es conocer de primera mano las inquietudes de los gasteiztarras y que me las transmitan con naturalidad. Eso me servirá no sólo para completar mi programa electoral, sino también para mi trabajo en el Ayuntamiento como responsable político", explicó el anfitrión, Urtaran de apellido, mientras su número dos, Álvaro Iturritxa, ejercía con maña como barista.

Cerca de una veintena de personas acudió a la recién estrenada sede del Araba Buru Batzar en la calle Postas para participar en el encuentro. La mayoría de los asistentes se mostró cortada al principio, como la mayoría de los cafés, pero bastó que uno se arrancara para que se calentara el ambiente. Gorka, no obstante, desde el principio se mostró muy cómodo. Estaba preparado para cualquier pregunta. "Esta fórmula me gusta mucho. Y prefiero escuchar más que hablar", advirtió. La cosa, sin embargo, quedó muy equilibrada. La gente también deseaba oir. Por ejemplo, cómo planteó el primer ciudadano, la postura que mantiene el PNV acerca de la redensificación. Un sistema que, a juicio de este vecino de Mariturri, supondrá que "en las zonas destinadas a equipamientos deportivos se levanten torres de pisos".

Urtaran explicó que, ahora mismo, entre viviendas vacías y en venta, se puede dar cobertura a 60.000 personas, por lo que la necesidad quedaría satisfecha durante los próximos treinta años. Dicho de otra forma, en la actualidad "no es necesario construir más pisos ni plantear un proyecto de redensificación", como ha hecho el gabinete Lazcoz. A futuro, no obstante, "sí será preciso" llevarlo a cabo, aunque deberá contemplar tanto instalaciones terciarias como viviendas y "hacerse con la participación de los ciudadanos". Además, el candidato nacionalista trató de tranquilizar a quienes creen que los equipamientos de Salburua y Zabalgana correrán peligro por la intención del actual equipo de gobierno de sacar 50,3 millones de euros de Ensanche 21 para pagar el BAI Center. "Aún no ha salido ese dinero y no va a salir. Sin financiación externa no vamos a apoyar el centro internacional, porque ahora mismo es un riesgo para la capacidad de la Hacienda local. Y, además, cuando esté el dinero, flexibilizaremos el proyecto", subrayó el jeltzale, quien a preguntas de otro vecino reconoció que el estudio de viabilidad económica encargado sobre el centro internacional es "demasiado optimista".

Hablar de euros puede indigestar, y más aún si toca debatir sobre el nivel de deuda del Consistorio. Urtaran criticó que haya subido de los 33 millones de euros de 1999 a 71 en 2007, un incremento disparatado teniendo en cuenta que "no se ejecutaron grandes proyectos y fue época de bonanza". No obstante, la crisis tampoco justifica, a su juicio, que ahora haya llegado a los 121 millones. "Se está poniendo en riesgo nuestra calidad de vida", dijo. Y eso se nota, por ejemplo, a pie de servicio social. El miembro de Eginaren Eginez Igor Nabarro advirtió de que las trabajadoras están saturadas y cuentan con recursos muy deficientes. El candidato del PNV le dio la razón y aseguró que su modelo de ciudad persigue, entre otras cosas, "una política social excelente, porque si un día cualquiera de nosotros necesitamos algo, las administraciones deberán satisfacer esa demanda". Eso sí, también hay que "repartir competencias" entre administraciones para que el Ayuntamiento no cargue con lo que no le corresponde y acabe realizando sus tareas de malas maneras, así como "perseguir los abusos".

El camino se hace andando... Y en raíles. Sobre las ampliaciones del tranvía también habló Urtaran, para recordar que hay un acuerdo para llevarlo al sur y que no es momento de dar bandazos "a la captura del voto". Más claro, café.