vitoria. La bicicleta sigue abriéndose paso como medio de transporte en Vitoria. Los objetivos del Plan Director de Movilidad Ciclista 2010-2015 son claros: integrar a las dos ruedas como una opción "segura, limpia y funcional en la movilidad urbana cotidiana". Es decir, que sea una opción más dentro del parque de vehículos. Y, para ello, debe robar espacio a otros sistemas, como el coche. Un cambio que obliga a modificar los hábitos de los ciudadanos y que, por tanto, también puede generar rechazo. Y, para muestra, un botón: la pérdida de aparcamientos en el entorno de la Fundación Estadio y Mendizorroza por la construcción de un bidegorri. Los usuarios de la sociedad ya auguran más atascos este verano.
"Es una actuación vergonzosa, porque han eliminado plazas de forma gratuita. Además, la mayoría de los ciclistas utiliza la zona peatonal, que es muy ancha", cuenta Álvaro, que siempre se desplaza hasta la zona en coche. Otros, como Joaquín, también usan habitualmente el vehículo privado y aparcan en el parking en superficie de Mendizorroza, pero advierte de que "la calzada ya era estrecha antes de que hicieran el carril bici", por lo que ahora ve más peligro de atascos. La medida ha generado rechazo incluso entre quienes, como María Eugenia, acuden a pie: "Los atascos eran habituales en verano. Antes la gente incluso tenía que aparcar en Armentia".
La creación de este bicicarril se incluyó el año pasado entre las apuestas por el transporte público y sostenible. Vitoria contaba en 2010 con un total de 91 kilómetros de bidegorris, pero el objetivo del Plan de Movilidad Ciclista es llegar a 148. Una de estas ampliaciones fue el mencionado itinerario R3, La Senda-Armentia. El objetivo de esta construcción, financiada por el Plan E -el presupuesto rondó los 327.000 euros- y finalizada después del último verano, era enlazar el centro de la capital alavesa con la salida a Armentia y, por tanto, a los Montes de Vitoria. Esa obra obligó a eliminar aparcamientos en un sentido del paseo de Cervantes -se prescindió de todas las plazas en una calzada desde El Mineral hacia el parque del Prado- y la avenida de San Prudencio -en el tramo hasta el camino del Alto del Prado, así como desde camino de Armentia hacia José María Cagigal-. En total, se perdieron más de un centenar de plazas.
En octubre, de hecho, el buzón ciudadano del Ayuntamiento de Vitoria ya registró las quejas de usuarios que criticaban que el parking en superficie de Mendizorroza "ya resultaba insuficiente en los meses de verano. ¿Qué pasará ahora cuando empiece el buen tiempo". Alguno incluso auguraba "un caos terrible". Otros, eso sí, defendían la necesidad de quitar espacio al coche para entregárselo a la bicicleta.
"un error" Pero desde la Fundación Estadio comparten esa defensa de una vida saludable y, sin embargo, ya han hecho llegar al Ayuntamiento sus quejas por lo que consideran "un error". A pesar de que "la mayoría" de sus usuarios se desplazan a pie o en bicicleta, también hay clientes que recurren al coche para transportar a sus familias y los enseres habituales de un día de piscina. Las plazas de aparcamiento, por tanto, son una necesidad. Y más teniendo en cuenta la cercanía de las piscinas de Mendizorroza. Por ello, desde la dirección del Estadio esperan que el Ayuntamiento dé marcha atrás.
Desde la sociedad creen, de hecho, que era preferible optar por la convivencia entre usuarios de la bici y peatones en la acera. Sin embargo, el objetivo del Plan Director de Movilidad Ciclista es habilitar los bidegorris en la calzada y sólo en menor medida se estudiaría que haya que construir algunos en la acera. El Ayuntamiento, de hecho, entiende este rechazo como una reacción a un cambio de hábitos necesario: animan a los ciudadanos a usar la bici, acudir andando o emplear los autobuses urbanos. Y, en caso de insistir en recurrir al coche, recuerdan "la cercanía" del aparcamiento en superficie de Mendizorroza. Es decir, que se acabó aquello de aparcar en la puerta del Estadio. A pesar de que la llegada del sol augure un tiempo de atascos.