vitoria. Si le digo 'bai', a usted se le viene a la cabeza... Imagino que quiere que le diga que el centro internacional... Es que se ha convertido en uno de sus desvelos, y prueba de ello es su apoyo público a la campaña de movilizaciones de Vecinos de Vitoria y Álava (VVA). ¿Cree que su popularidad podrá ayudar a la causa? Lo que hago es actuar como ciudadano responsable y comprometido. Hay muchos temas que me preocupan. Miles de personas en paro, una enorme cantidad de inmigrantes a los que hay que ofrecer una respuesta de integración, muchísimas personas que viven en soledad, personas sin hogar... Y en este panorama, surgen proyectos que se denominan estratégicos, como si así los canonizáramos, que suponen grandes cantidades de dinero, que asfixian la economía y que, a mi juicio, no son adecuados en un momento tan grave como el actual. Pero las ciudades del entorno son cada vez más competitivas. ¿Vitoria no debería primar de una vez por todas la proyección que le puede ofrecer un gran palacio de la música, congresos y exposiciones? Yo no creo en la competitividad, sino en la complementariedad. Lo que me gustaría es que Bilbao, San Sebastián y Vitoria cooperaran. Más que una comunidad autónoma, parecemos tres países distintos. Nos damos la espalda constantemente en todo. E, incluso, dentro de la propia Álava, hay una falta de coordinación y cooperación entre Diputación y Ayuntamiento alarmante y negativa. El caso es que el alcalde asegura que el BAI será una fuente de riqueza sólo los congresos traerían entre 1 y 2 millones de euros al año, y con ese dinero bien se pueden abordar los temas sociales que le preocupan. Respeto la opinión del alcalde, que está motivada por informes económicos que ha encargado. Pero no creo eso en absoluto. He hablado con expertos en materia de economía y finanzas y he llegado a la conclusión de que este proyecto está completamente injustificado. Desgranémoslo. ¿Por qué dice 'no' al área de exposiciones? El palacio de exposiciones no tiene ningún sentido. Sin más. El BEC, por ejemplo, arrastra ya un déficit de 5 millones de euros al año. ¿Y qué tiene de malo contar con un gran palacio de congresos? Ya tenemos uno. Habrá quien diga que en el Europa no entra un congreso para mil personas, pero es que cuando haya un acto así, los organizadores se irán a las grandes capitales. El Europa ha funcionado muy bien, y en la etapa de Alfonso Alonso mejoró ostensiblemente al quitarse el centro cívico y llevarlo a El Pilar. Además, todavía admite una ampliación y una mejora. Vamos con la parte del auditorio. Me considero un gran aficionado de la música y me parecería muy bien que se construyera un auditorio, pero no éste, sino uno versátil, que permitiera conciertos de orquesta, de coro, óperas, zarzuela, danza... Así como creo que el palacio de exposiciones es innecesario y el de congresos injustificable porque ya tenemos el Europa, el auditorio podría ser una buena respuesta a las necesidades culturales de la ciudad. Por supuesto, necesidades muy elitistas. La realidad, no obstante, es que el día 15 arrancan las obras de un 'tres en uno' por 157 millones de euros. ¿Se le atraganta la cifra? Es insufrible. Además, al final seguramente no serán 157 millones, sino 200 o más. Siempre pasa. El gabinete Lazcoz asegura que se ha inflado el presupuesto para contemplar posibles contingencias... Sí, vale... En cualquier caso, es que no sólo hay que aportar para el BAI, sino también para el soterramiento, para los centros cívicos de Salburua y Zabalgana, que creo que son prioritarios, para el palacio de deportes que se quiere hacer en Mendizabala... Habrá que priorizar, ¿no? El Ayuntamiento asume, por ahora, el 80% del coste, cuando otras ciudades sólo tuvieron que ceder los terrenos para construir sus palacios. Una razón más para el 'No es el momento' de VVA. ¿La comparte? No. Ésta es una comunidad autónoma donde funcionamos con concierto económico: todos los fondos van a una caja común, y de ahí se reparten. Si la Diputación aportara el 40% del proyecto, cuando nos tuviera que dar lo que nos corresponde del Fofel, nos rebajaría esa parte. Pero tal y como está el reparto de la tarta, Vitoria se ha visto obligada, además de a endeudarse, a tomar 50 millones de euros de Ensanche 21, lo que, según los retractores, retrasa la construcción de centros cívicos y de otros equipamientos de la ciudad. Los fondos municipales son en principio únicos, pero es que Ensanche 21 tal y como está planteado ahora parece un organismo autónomo. Lo mejor que se podría hacer es hacerlo desaparecer y devolverle al Ayuntamiento esas competencias. En este momento, el urbanismo de Vitoria está dirigido por una sociedad pública: ensanches de Salburua y Zabalgana, soterramiento, BAI... Todo lo hace Ensanche 21, y el Departamento de Urbanismo se dedica a cositas. Y mi opinión es que esto es absolutamente inadecuado. Respecto a la deuda, el Ayuntamiento va a estar asfixiado durante décadas. El gabinete Lazcoz defiende que hay que abordar proyectos como éste para salir preparados de la crisis. Las frases hechas son estupendas. Pero yo tengo la mala costumbre de estudiar mucho y de oír a mucha gente. ¿Y qué pasa si el PNV retira su apoyo tras las elecciones o entran otras formaciones que están en contra y el proyecto pierde la mayoría política? Además, ¿cómo el equipo de gobierno puede adjudicar las obras cuando el proyecto de ejecución no está aprobada de forma definitiva? Eso, desde el punto de vista legal, es gravísimo. Paralizar el proyecto conllevaría una indemnización de 17 millones de euros. ¿Eso no sería grave? Si tengo que perder dinero, prefiero perder 17 millones que 157. Pero es que ya no se estila lo de la responsabilidad política... Con el auditorio de La Senda sucedió lo mismo. Alfonso Alonso se confió, encargó el proyecto y luego le dieron la espalda. Como el concejal de Urbanismo, ya hay quienes ven en su rechazo al BAI un 'Tranvía 2ª parte': decir no para acabar haciendo las cosas pero por más dinero. No voy a valorar las descalificaciones del señor Juan Carlos Alonso. O tiene muy mala memoria o muy mala información, porque lo que ocurrió no tiene nada que ver con eso. Cuando nos propusieron el tranvía, se hizo una exposición en un local en Dato y sobre el tema opinaron todos los grupos políticos, todos los técnicos... Y no hubo nadie que estuviera a favor, aunque entiendo que la responsabilidad última es la del alcalde. Además, insisto en que el dinero sale del mismo sitio. En todo caso, aun suponiendo que en mis veinte años de alcalde hubiera cometido montones de barbaridades, eso no es una coartada para ahora poder hacerlo mal. Y ahora mismo, ¿sigue pensando que hizo bien al no aceptar la oferta del Gobierno Vasco o fue un error? Yo nunca me opuse al tranvía y cuando se decidió implantarlo, sólo dije que había que tener en cuenta dos circunstancias, que son las que contemplaban los franceses, referentes en esta materia: vía exclusiva para el tranvía y no atravesar el corazón de la ciudad. Lo único que pedí es que lo dejaran en Sancho el Sabio, pero se introdujo por General Álava, Independencia y Desamparadas... Y eso ha ido en detrimento de la calidad de vida de esa zona. Volviendo al BAI, ¿cree que usted y VVA están representando el sentir mayoritario de los gasteiztarras? Cuando efectué las alegaciones, VVA me llamó para decirme que estaba de acuerdo conmigo y me invitó a la presentación de la campaña. Así que no es que estén influenciados por mí o que nos hayamos aliado, sino que coincidimos. Una encuesta que han realizado concluye que el 90% de los ciudadanos cree que éste no es el momento. Y toda la gente que me ha parado en los últimos días por la calle me manifiesta ese sentir. La prueba de fuego llegará el día de la manifestación, aunque dicen que es una actitud muy vitoriana quejarse pero no hacer nada... Necesitamos, tanto en Vitoria como en general, dos cambios: una nueva forma de gobernar y una nueva ciudadanía. Con nueva ciudadanía me refiero a que, fundamentalmente, sea comprometida. Ahora está viviendo una etapa de indiferencia, se ha convertido en público. Pero ante cosas que no nos gustan hay que reaccionar o, como dice Stephane Hessel, indignarnos. Claro que si reaccionas y a alguien le sienta mal... Lo lógico es que el gobernante tuviera altura de miras para respetar a quienes piensan distinto en vez de recurrir a la descalificación. ¡Juan Carlos Alonso touché! ¿Y cómo es esa nueva forma de gobernar? La ciudad es la comunidad política por excelencia y el fin de toda comunidad política es el bienestar de los ciudadanos. Hay que poner el acento en quienes sufren ausencia de malestar, y hay muchos miles de personas en Vitoria en esta situación, y es a quienes hay que dirigir nuestra acción a través de la educación, la cultura, la salud, la vivienda, el trabajo, la participación política... Eso sí, los conceptos de ciudad no deben ser dogmáticos. Entiendo que para otro gobernante puedan primar aspectos estratégicos como el BAI, pero yo no lo comparto. Cosas buenas habrán pasado en Vitoria en los últimos 12 años con las que usted se identifique. Cosas muy buenas, en el mandato de Alfonso Alonso y en el de Patxi Lazcoz. Es que no estoy diciendo que el alcalde actual esté equivocado, sino que tengo otro modelo de ciudad. Además, cuando yo llegué a la Alcaldía, no sabía nada. Ahora seguro que sería mucho mejor alcalde que en las dos décadas de mandato, porque he aprendido mucho más... No diga eso que seguro que alguien le pide que se vuelva a presentar. Ya me lo han pedido dos plataformas... Pero no. También he tenido la oportunidad de ver las cosas desde fuera, y eso enriquece mucho. Lo que me da pena es que parece que por dejar la Alcaldía tenemos que estar marginados, cuando podemos aportar mucho por todo lo vivido. Si escribiera mis memorias, aunque no lo haré, habría muchas sorpresas... Cosas que no se podían hacer porque eran ilegales y ahora se están haciendo. ¿Pero qué voy a hacer? ¿Enredar? No. Pero sí indignarme ante lo que no me gusta y exponer mi opinión.