vitoria. El alcalde vuelve a hablar, un año más, del Presupuesto de las personas, aunque poco se parecen estas Cuentas a las de 2010: Vitoria se endeuda para acometer grandes proyectos. ¿El PNV está de acuerdo al cien por cien con el calificativo?

El Presupuesto de 2011 no ha cambiado tanto respecto al de 2010. La cuantía referida al ámbito social, por ejemplo, se mantiene.

En 2010 fue el área que más subió.

En el año 2010, nos preocupamos muy mucho de que fuera un presupuesto dirigido a lo social y el empleo. Y esos principios se han mantenido en 2011, lo que no quita para que se puedan acometer grandes proyectos. Por ejemplo, el pabellón deportivo que el alcalde plantea dentro de su estrategia Kronos tiene que esperar. Vitoria cuenta con una red de equipamientos envidiable.

¿A qué atribuye el empeño de Lazcoz respecto a este recinto?

Está en el programa electoral de 2007 y no quiere que nadie le eche en cara que no ha cumplido sus promesas.

No obstante, el PNV le ha facilitado la tarea, al apoyar un Presupuesto que contempla una partida de un millón de euros para ese edificio.

Todo el mundo en una negociación presupuestaria tiene que dejar pelos en la gatera. Y esa partida estaba prevista en los últimos años en el Presupuesto de la Diputación. No obstante, vamos a hacer todo lo posible para que no vaya más allá.

Hablemos del centro internacional, el proyecto que más dinero se lleva del Presupuesto de 2011.

Hay algo que me está cansando y es el hecho de que parece que sólo en Vitoria tenemos que renunciar a proyectos. La primera pregunta que se hace cuando se presenta un proyecto es "para qué". No se miran las cosas con ilusión, sino con escepticismo, como si pudiera surgir un engaño o como si alguien fuera a llevarse un montón de dinero.

¿Y por qué ese escepticismo?

Es un problema de la clase política. Cuando ha habido posibilidades de sacar adelante un proyecto, no se ha sacado. Pero también la clase política ha pecado de otra cosa: tratar de sacar adelante un proyecto sí porque sí, sin asegurar mayorías políticas. Es lo que pasó con el auditorio de la Senda, que, por suerte, al final se paralizó. El caso es que del centro internacional, que sí tiene asegurada la mayoría política, se dice que ahora no es el momento. ¿Y cuál es? ¿Cuando haya una mejor situación económica? Si esperamos más perderemos el tren.

Los informes dicen que para que el edificio sea rentable deberá acoger siete eventos a la semana y rozar el lleno. ¿No es un ajetreo irreal?

En el área sinfónica, esos llenos no se darán del todo. Pero en el área congresual sí. Y no podemos dejar escapar ningún congreso de pequeño y mediano formato, porque van a ser la principal vía de ingresos. Creo que el centro internacional será rentable. Eso sí, si se gestiona bien.

El alcalde ha logrado sólo 30 millones de otras instituciones para financiar el centro internacional.

Estamos muy preocupados con que el Ayuntamiento asuma la mayor parte del coste. El Gobierno Vasco puso 25,6 millones en época de Ibarretxe, y la Diputación 3,7 con Agirre. Ahora en el Gobierno Vasco está Patxi López y la cantidad sigue siendo la misma. Y el Estado, con Zapatero, sólo ha aportado 700.000. Yo esperaba más de López. Y no esperaba que el PP pusiera el veto, mientras aquí critica que se gastan los dineros de Ensanche 21. Además, el PNV presentó dos enmiendas en el Parlamento Vasco para aumentar la aportación del Gobierno Vasco. Y no se han aceptado. Eso es grave, tanto por parte del PSE como del PP.

¿Esa escasa financiación externa puede alterar la postura del PNV?

Habrá que ver cómo se van desarrollando las fases del proyecto. Esperamos que se hagan los deberes y que las instituciones acaben aumentando su aportación.

BAI o BAIC... ¿Cómo le suenan?

No sé cuál será al final el nombre. A mí me gusta más BAI, que suena más positivo. Y se juega con el euskera.

Vecinos de Vitoria y Álava quiere movilizar a la ciudadanía en contra del centro internacional bajo el lema "No es el momento". ¿Le preocupa?

Explicar un proyecto de 157 millones de euros no es fácil. Pero movilizare en contra del centro internacional no me parece acertado. Por mucho que digan que no son un colectivo politizado, esto da que pensar.