EL Plan de Movilidad Sostenible ha devuelto las calles al peatón. La potenciación del transporte público aleja al vehículo privado de la zona centro y, en esa operación, aún hay un debate pendiente: ¿Vitoria necesita más aparcamientos? La pregunta genera dudas, ya que su creación conlleva tráfico y facilidades para el coche pero, a la vez, aún resulta una infraestructura necesaria para vecinos y comerciantes dada la dependencia de las cuatro ruedas. En una reciente encuesta realizada por la empresa Álava Opina para este rotativo, casi un 70% criticaba la extensión de la zona azul, otro tanto consideraba que el uso del coche ha empeorado en el último año y, finalmente, cerca de un 60% se mostraba a favor de la construcción de más parkings. El portavoz de Ekologistak Martxan Araba, Andrés Illana, lamentó poco después estos resultados. En su opinión, demuestran "la obsesión" de los gasteiztarras por la construcción de más parkings. El comentario se ha confirmado en los últimos consejos territoriales de Vitoria. Desde la zona centro a San Martín, del Casco Antiguo a Zaramaga o Sansomendi, representantes vecinales evidenciaron sus problemas para dejar aparcado el coche. Son zonas con parkings a estrenar, proyectados, prometidos, debidos o demandados. La zona centro será la primera en estrenar nuevo recinto, con el parking de Amárica. La última previsión era que las obras terminarán antes de fin de año. El gabinete Lazcoz activó este proyecto en sustitución del fallido en Renfe y, pese a su jugosa ubicación, las ventas de plazas se hacen esperar. Desde la asociación de vecinos de la zona centro, Eduardo Cervera atribuye estas reticencias a la actual situación económica y al coste de las plazas. Y, frente esta operación, el portavoz del colectivo insiste en que, en materia de aparcamientos, todo son malas noticias para el barrio dadas las escasas plazas para residentes de la zona azul o la masiva peatonalización, algo a lo que ahora se suma la "incertidumbre" que ha generado la noticia de la instalación de cámaras para restringir el acceso al centro. Uno de los emplazamientos donde, en la actualidad, aparcan el coche quienes se dirigen al corazón de la ciudad es el parking de San Martín. Este espacio precisamente afronta ahora una revolución con la llegada de las nuevas oficinas municipales, un edificio que también incluirá un aparcamiento subterráneo 225 plazas en la primera fase y otro en superficie 157, como esperaban los vecinos. La asociación de la zona pidió, además, que se ampliara el horario para aparcar de forma gratuita por las noches, una propuesta que por ahora parece inviable. El presidente de la asociación vecinal, Bernardino Mendizábal, ya ha mostrado en anteriores ocasiones sus dudas sobre cómo marcharán las ventas de plazas en una zona donde la mayoría de los portales ya cuentan con aparcamiento. No obstante, entre la potenciación de las zonas peatonales y el transporte público, el debate de los aparcamientos sigue vivo "y seguirá así durante mucho tiempo", augura Mendizábal. Y de un proyecto a punto a otro en puntos suspensivos. La reforma pendiente de El Campillo, con su esperado aparcamiento, también ha generado debate en el Casco Medieval. Los vecinos lamentan que, pese a que no ha llegado ese parking, ya se hayan activado medidas como convertir el barrio en una zona de parking exclusivo para residentes. "Así perjudican al barrio, donde hay mucha gente mayor que necesita que les visiten sus familiares y, sin embargo, han quedado aislados", cuenta Rafael Ruiz de Zárate, de Barrenkale. "Han empezado la casa por el tejado", lamenta. proyectos pendientes Las asociaciones echan en falta novedades en la construcción de aparcamientos. Y la mayoría culpa a la crisis. "En su día se habló de hacer un parking bajo el campo de fútbol de Zaramaga y se intentó en dos ocasiones en la plaza de Llodio, pero ahora no sabemos nada", cuenta Fernando Cuesta, de Iparralde Zaramaga.Y, mientras se espera a que fructifique un nuevo proyecto, desde la asociación vecinal piden mejoras más inmediatas. En el último consejo territorial de la zona, desde el Ayuntamiento ya se admitió que Zaramaga es el barrio que arrastra un mayor déficit de aparcamientos. La propuesta de estos vecinos es que se reordenen ciertas calles para que, en lugar de en línea, se estacione en batería. La necesidad de aparcamiento motiva propuestas, cuando menos, originales. Es el caso de Sansomendi, donde los vecinos sondearon la opción de que, al mediodía y por la noche, se pudiera aprovechar como parking parte de la superficie del colegio Unamuno. La medida no ha prosperado. El representante vecinal Julio Baceiredo, mientras, insiste en que el parking ampliado en torno a Telefónica no basta, a causa de la sensación de inseguridad por la noche y la distancia con el centro del barrio. Y cruza los dedos por la posibilidad de que se recupere el parking que, antaño, sonaba en la plaza de Sansomendi. Ese que generó dudas, habituales también en otras zonas, porque las ventas eran por 50 años. No hay propuesta sin respuesta, ni parking sin debate. El Ayuntamiento ya se plantea organizar una sesión exclusiva de los consejos territoriales sobre aparcamientos. La capital verde europea 2012 tiene un reto pendiente para dejar aparcado el coche.
- Multimedia
- Servicios
- Participación