vitoria. Al igual que el pacto de la vivienda, el Plan de Movilidad se gestó en el Ayuntamiento con vocación de consenso, como punta de lanza de las políticas de ciudad en las que todos los partidos se comprometen a tirar del carro al unísono. Así ha ocurrido hasta ahora con la renovación de las líneas de Tuvisa o con el fomento del uso de la bicicleta, salvo puntuales tira y afloja de unos y otros.
Sin embargo, la ampliación del tranvía amenaza desde hace tiempo con romper este consenso. No lo reconocen así en el Ayuntamiento, donde el propio Juan Carlos Alonso ha señalado al metro ligero como ejemplo de la buena sintonía entre gobierno y oposición, aunque la realidad se empeñe, a veces, en demostrar lo contrario. El ejemplo está en Abetxuko: el ejecutivo de Lazcoz, respaldado por el Gobierno Vasco, mantiene su plan para que los raíles entren hasta el corazón del barrio en contra de la opinión de parte del vecindario y de sus compañeros de Corporación. Y todo apunta que las obras comenzarán hacia el verano.
Pero el distanciamiento no sólo afecta al ramal de Abetxuko. El debate sobre la futura extensión del tranvía por el centro y este de Vitoria también demuestra la incapacidad para acordar un trayecto común con el que seducir al departamento de Iñaki Arriola. En su lugar, cada partido lanza su órdago, pone sobre la mesa "su" proyecto y deja la decisión final en manos de los técnicos para no abrir más heridas en el necesario consenso que debe arropar el Plan de Movilidad, cuando lo óptimo habría sido presentar un único itinerario bajo la mancheta del Ayuntamiento y no cinco trayectos sellados con logos de partido.
Y es que, el tranvía lleva ya unos meses en la diana de la polémica. El último capítulo ha sido a cuenta de los ocho millones de euros que el Gobierno Vasco reclama por las obras del ramal de Lakua y que el Ayuntamiento aún no ha abonado. Para hacer frente a la deuda, Hacienda ha tenido que echar mano de otras inversiones. Una vez más, gobierno y oposición se acusan de romper el consenso. Otro punto de disenso.