Vitoria. El primero fue el último. La bola número uno se convirtió en la última en salir de las 53 que participaron en la tarde de ayer en el sorteo celebrado en Aretxabaleta para marcar el orden de elegir vivienda entre los vecinos que ya han dado el sí quiero al Plan Renove. Ésa fue la única sorpresa en una rifa que se desarrolló sin los nervios que suelen acompañar a iniciativas similares vinculadas a las VPO. Esta vez, había casas para todos.
En los próximos diez días, una vez que Ensanche 21 disponga de los planos definitivos, la sociedad urbanística municipal empezará a llamar a estos propietarios en el orden en que salieron los números del bombo. Aunque, en este caso, se extrajeron de una bolsa. El sorteo, al que asistieron más de 70 vecinos que llenaron el centro social de Aretxabaleta, se solventó en apenas veinte minutos. Eso sí, ante notario, como corresponde a este tipo de iniciativas. No en vano, los participantes se rifaban cuándo elegirán sus futuros hogares.
El gerente de Ensanche 21, Alfredo Piris, encabezó el acto, para el que apenas hubo explicaciones. "Ya saben que esta tarde se decide el orden de la operación de realojo", apuntó, antes de pedir una mano inocente entre el público. Su primera elección fue el número 8, a quien siguieron el 13, el 3, el 33... así hasta más de medio centenar de bolas, aunque cada una podía representar a más de un propietario. El Ayuntamiento ya anunció la semana pasada a los interesados que, de los 85 vecinos afectados por el Plan Renove de Aretxabaleta, 68 han respondido a una encuesta sobre esta operación para cambiar sus casas actuales por una nueva VPO a coste cero. De ellos, sólo siete la han rechazado. Ahora, una vez realizado el sorteo, quienes se adhieran al proyecto pasarían a añadirse al listado ya confeccionado.
El Ayuntamiento, con esta maniobra, sigue dando pasos en la prometida renovación de Aretxabaleta mediante el Plan Renove, uno de los más avanzados -pese a que también ha generado dudas y críticas de ciertos vecinos- junto al activado en Olarizu. La operación de Aretxabaleta afecta, en concreto, a los actuales bloques de Núñez, San Miguel y Bustaldea, pero se enmarca en un proyecto urbanístico más ambicioso, ya que el impulso del sector 19 supondrá la creación al sur de Vitoria de más de 2.200 casas.