Vitoria. Para el artista Imanol Marrodán uno de sus mayores deseos es saber que su escultura La inocencia, lo inesperado no se trasladará de su emplazamiento original: la plaza vitoriana de Euskaltzaindia, el mismo lugar de la capital alavesa donde se espera edificar el nuevo palacio de congresos, exposiciones y de las artes escénicas. Pese a que ni el propio autor sabe si este anhelo va a poder cumplirse, puede que para antes de Navidad reciba el mayor de los regalos: acabar con la inquietud de saber dónde se ubicará su obra. "Lo lógico sería llegar a un acuerdo en Navidades, antes de que empiecen las obras del centro internacional, para así no llegar a un contencioso-administrativo", explica Marrodán a este diario.

La fecha que el escultor vaticina responde a una necesidad concreta marcada por el inicio de los trabajos para poner en marcha el nuevo centro de congresos, previstos para noviembre, una vez adjudicados los mismos. Además, un acuerdo con el Ayuntamiento implicaría el fin a la tensa espera que supone para el autor desconocer si el Consistorio acepta su propuesta para mover la fuente unos metros, pero dentro de la plaza. "Llevo muchos años y estoy ya muy cansado. Sólo sé que en la rotonda -en la confluencia de las calles Portal de Foronda y Baiona- no debe de estar. Lo más lógico es que debería de integrarse en el lugar en el que está ahora".

Marrodán asegura que desde julio de este año -fecha en la que se filtró que el Ayuntamiento estaría dispuesto a otorgar al autor de la escultura 60.000 euros para así poder retirarla de la zona- las negociaciones están en un "impasse. No sé nada desde el verano, estoy a la espera de que el Ayuntamiento se ponga en contacto porque depende de ellos", explica el ganador del concurso de 1999 organizado por la Junta de Compensación del sector 2 de Lakua para rematar la urbanización del entorno de la plaza de Euskaltzaindia. En este sentido, el artista quiere aclarar a todos los vecinos de Lakua que le hayan visto recientemente poner en funcionamiento su escultura-fuente que "se trata de unas pruebas, pero que no sé nada más del tema", insiste.

Marrodán califica el litigio con el Ayuntamiento como "un tema complejo porque el traslado no se puede hacer sin el consentimiento del autor de la obra". Un elemento a su favor que hace que, a día de hoy, no dé por cerradas las negociaciones. "Yo siempre estoy con la voluntad de dialogar". Sin embargo, sabe que La inocencia, lo inesperado también cuenta con un hándicap: el arquitecto del futuro centro internacionales de congresos, Mariano Bayón, no cuenta con que la escultura-fuente comparta espacio con su edificio. "Dice que la obra no es integrable con el auditorio, así que no ve bien trasladar la fuente unos metros", matiza Marrodán, quien tampoco sabe a ciencia cierta los argumentos que esgrime Bayón ante esta negativa.