vitoria. Mientras el proyecto del palacio de la música, Congresos y exposiciones desafina, el de la estación de autobuses vuelve a ponerse en tela de juicio. Según pudo saber ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, al recurso interpuesto hace dos semanas por GLM, una de las ocho firmas que se presentó al concurso de la terminal, acaba de sumarse un segundo: el de BTS y Vitoria, formada por los navarros Manuel Blasco, Luis Tabuenca y Manuel Sagastume. Ellos también exigen la nulidad de la elección aprobada por el gabinete de Lazcoz con el apoyo del PNV y solicitan la puesta en marcha de un nuevo procedimiento para que su propuesta vuelva a ser valorada.
La firma considera que Ensanche 21, la sociedad urbanística municipal de Vitoria, cometió errores al realizar la valoración técnica de su estación redonda en superficie. Un análisis que impidió que el trabajo de BTS alcanzara la última criba, la que puntuaba las propuestas en función de su cuantía económica y los plazos previstos para la ejecución de la obra. Esa misma exclusión la sufrieron también otras cinco empresas -entre ellas, GLM-. De hecho, al segundo apartado sólo llegaron el diseño de la UTE finalmente ganadora, el mismo equipo que había elaborado el anteproyecto de Trakteplan, y la terminal de Eptisa, muy parecida también al borrador-guía.
Eso sí, los arquitectos navarros, responsables de la estación de autobuses soterrada de Pamplona, quieren dejar bien claro que en absoluto les impulsa un sentimiento de revancha ni tienen pensado echar al traste los planes del Ayuntamiento de dotarse de una nueva y moderna terminal. "Lo único que hacemos es defender nuestra profesión porque hemos sido un juguete en manos de los políticos", lamentó Blasco. A su juicio, el proceso seguido a lo largo del concurso ha puesto de manifiesto que "existía desde el principio un consenso sobre el diseño" que debía salir ganador. Un hecho que, según dijo, minusvalora "el esfuerzo, la ilusión y los dos intensos meses de trabajo" de su equipo.
BTS llegó a Vitoria con una estación redonda y en superficie que los técnicos valoraron como "brillante y de gran calidad arquitectónica" pero que desecharon por su impacto al verde de Arriaga: la línea de estacionamiento proyectada a lo largo de Portal de Foronda movía el inmueble hacia el jardín. "Penetra en el parque más profundamente que el prototipo, por lo que no procede aceptarla", excusó el informe. Curiosamente, el diseño que ganó el concurso también se introduce más allá de lo contemplado en el anteproyecto, ya que incluye un monolito a modo de elemento emblemático.
En GLM, la sensación de tiempo perdido es la misma que en BTS, si bien la firma vitoriana cree que fue rechazada por arriesgarse a plantear una estación semisoterrada en lugar de una terminal en superficie, ya que las seis consideraciones que los técnicos hicieron para que no pasara la criba "se basan en errores y en malas interpretaciones". De ahí que en su recurso se pregunte por qué el Ayuntamiento permitió la presentación de esta modalidad de terminal. "¿Quería implantar sí o sí un edificio en superficie?", cuestiona.
Pase lo que pase, los arquitectos no estarán solos en su batalla por "un trato justo". El concurso de la estación de autobuses acumula ya otras dos alegaciones, las de los grupos municipales de EB y EA, muy críticos con el procedimiento de selección llevado a cabo. Además, la plataforma SOS Arriaga -con la que GLM contó para realizar su diseño- no tardó en mostrar su descontento por la terminal seleccionada: "mediocre, invasiva y sin parking".