Vitoria. El gabinete Lazcoz pretende, en "una o dos semanas", contar con el visto bueno del interventor municipal al informe de viabilidad económica del futuro centro internacional de congresos. Esta luz verde resultará clave para resolver las dudas planteadas por los partidos en torno a la financiación del complejo de la plaza de Euskaltzaindia y para que éste mantenga sus plazos de construcción: se espera preparar antes del verano el proceso de la primera fase de los trabajos, contratar en octubre e iniciar la excavación en noviembre.
El equipo de gobierno volvió a poner sobre la mesa estas previsiones, tras las críticas vertidas por PP, EB y EA. El Consejo de la sociedad urbanística municipal Ensanche 21 incluía en su orden del día la "aprobación" del procedimiento de contratación de la fase inicial de los trabajos del auditorio. Se trata de un plazo que ya se anunció la semana pasada, durante la presentación del proyecto arquitectónico definitivo elaborado por Mariano Bayón, y que, como ya adelantó este rotativo, prevé invertir casi 24,5 millones para llevar a cabo el arranque del complejo -se acometerá en tres fases, algo que también genera dudas-, con cuestiones como desvíos, cimentación, saneamiento y creación de la estructura.
Este trámite, sin embargo, finalmente no se cumplió. El gabinete aseguró que se trataba de un error en la convocatoria, y que nunca se había pretendido someter ya a votación el pliego de condiciones de esta primera fase de las obras, puesto que el objetivo era facilitarlo a los grupos para que lo estudiaran. Sólo el PNV se mostró conforme con estas explicaciones. El resto de los grupos opinó que ese retraso esconde algo más. De ahí que, uno tras otro, los partidos ofrecieran ayer duras valoraciones en torno a la falta de financiación del proyecto.
El portavoz del PP, Javier Maroto, volvió a pedir la suspensión del proyecto; su homólogo de EB, José Navas, insistió en que la falta de recursos para afrontar el recinto "no admite discusión" puesto que hasta 2014 sólo hay garantizados 104 millones y "faltarían otros 50"; y el concejal de EA, Antxon Belakortu, pidió que se muestren todas las cartas del centro internacional: "No hacer este proyecto supondría un fracaso sin precedentes para el señor Lazcoz. Por eso tengo el convencimiento de que se va hacer, algo que puede ocurrir de dos formas: con el concurso del Estado, aumentando el dinero del Gobierno Vasco y de la Diputación, y resolviendo las dudas en torno al IVA; o bien haciéndolo a pelo, endeudándose hasta donde pueda y vendiendo hasta las joyas de la abuela".
dos votos clave La postura del grupo abertzale supone un golpe simbólico al centro. A día de hoy, EA no apoyaría el proyecto si no se garantiza la financiación. Por lo tanto, sólo PSE y PNV seguirían al frente del complejo de Euskaltzaindia, una mayoría que asegura el proyecto pero que habría perdido apoyos en el camino. Eso sí, la portavoz de la formación jeltzale, Malentxo Arruabarrena, también pidió más informes en torno a los recursos económicos: "Queremos que el proyecto siga adelante, pero el alcalde también sabe que la financiación es un tema que nos preocupa".
La prueba del algodón en torno a estos fondos se conocerá "en una o dos semanas". El concejal de Urbanismo, el socialista Juan Carlos Alonso, salió al paso de estas dudas para anunciar que el Ayuntamiento ultima el informe de viabilidad económica. En este momento, Ensanche 21 ya ha elaborado este documento, que ahora está pasando por el filtro del Departamento de Hacienda y, en los próximos días, llegará finalmente al interventor. El gabinete ha optado por esté método para dar garantías al proyecto pese a que, según insistió Alonso, ya se podía haber iniciado el proceso para contratar las obras. "Visto el alarmismo y los fuegos de artificio generados, haremos este proceso con luz y taquígrafos para callar muchas bocas", aseveró. Y el teniente de alcalde está convencido de que contará con ese aval.
Resultará difícil que este dictamen del interventor sirva para ganar apoyos: la continuidad del auditorio parece llamada a convertirse en una cuestión electoral. El PP, preguntado sobre si logra la Alcaldía frenará el proyecto, respondió que "habría que revisar profundamente éste y otros asuntos, reflexionar sobre nuestras prioridades y ver para qué hay recursos y para qué no", algo que abre la puerta a descartar un proyecto para el que, según reiteró parte de la oposición, ya se han "comprometido" más de 14 millones de euros. El PNV, mientras, reiteró su ofrecimiento a blindar el centro y PSE, simplemente, aseguró que el proyecto seguirá adelante. Y, visto lo visto en el día de ayer, eso es decir mucho.