Vitoria. "Nos sentimos engañados y defraudados". Así resumía ayer su profundo malestar Manolo Durán, jubilado gasteiztarra que desde hace alrededor de tres años disfruta de una parcela en el huerto ecológico promovido por el Ayuntamiento en Abetxuko. Vista la creciente demanda de este servicio entre los vitorianos, el área municipal de Medio Ambiente ha decidido acotar a un máximo de cinco años el tiempo para disfrutar de las tierras entre sus usuarios, cuando hasta ahora la utilización era renovable año tras año aunque, eso sí, de carácter indefinido para los mayores de 55.
Durán, junto con otros usuarios de los huertos, ha promovido una recogida de firmas contra esta iniciativa municipal que ha contado con un éxito considerable, nada menos que 1.500 apoyos. Hoy entregarán las firmas en la Casa Consistorial junto con una carta de protesta. "Pedimos, por lo menos, que nos den un mínimo de diez años", al igual que sucede en los huertos de Olarizu, de similares características. "Es totalmente injusto después de todo el trabajo que hemos hecho allí, porque las parcelas nos las entregaron llenas de piedras. Nos dijeron que eran de uso indefinido y ahora nos las quitan, como al niño que le ponen un caramelo en la boca", lamenta Durán.
La concejala de Medio Ambiente, Alba Cañadas, insistió ayer a preguntas del PP sobre la necesidad de limitar el tiempo de uso para contener una lista de espera que llega ya a las 400 personas. "El espacio se ha agotado, pero queremos seguir ofreciendo este servicio", justificó a la popular Idoia Garmendia, quien censuró el modus operandi del gobierno municipal, sin consultar con la oposición a la hora de tomar esta decisión.
Cañadas aseguró que, "aunque no guste esta medida, la mayoría la comprende", y recordó que todos los que deban abandonar sus huertas para dar paso a nuevos usuarios "podrán volver a apuntarse en los sorteos que vengan después".