La futura estación de autobuses de Arriaga ya ha elegido a sus autores. Los arquitectos Fernando Ruiz de Ocenda, Iñaki Usandizaga y Francisco Javier García de Acilu, los mismos que idearon el anteproyecto de Trakteplan, darán forma a la nueva terminal de Vitoria. Esa decisión ya ha generado suspicacias entre la oposición municipal o la plataforma SOS Arriaga, que han denunciado que el ganador del concurso público se conocía desde el principio y se preguntan por qué sólo dos de los ocho proyectos presentados pasaran a la última fase. El documento técnico, sin embargo, es claro al desechar estas propuestas.
La afección al parque, la lejanía de la futura estación de ferrocarril, los problemas de seguridad o las dudas sobre los accesos y circulación son algunas de las razones esgrimidas en el informe técnico para que, de los ocho concursantes, sólo dos pasaran anteayer a la valoración final, la de los plazos y presupuestos. Se trataba de BCQ-Eptisa, "que se atiene básicamente al prototipo" y logró una valoración de 30 puntos sobre 50, y la ya mencionada de Ocenda/Usandizaga/Acilu, que se hizo con 40, que al final le valieron para que hoy la sociedad urbanística Ensanche 21 les adjudique el proyecto.
El informe técnico -firmado por representantes de Ensanche 21, la Diputación y el Gobierno Vasco- resultó clave para que seis de los proyectos no recibieran puntuación. Esas seis posibles estaciones de Vitoria, así, fueron descartadas. En el caso del diseño de GLM Unigest, la firma que atendió las recomendaciones de la asociación de vecinos Ipar Arriaga para reducir el impacto en el parque, el informe técnico habla de un "importante problema de seguridad" y de circulación por la disposición de las rampas de acceso de los autobuses, que carecerían de trayectos alternativos en caso de avería. La alternativa no se acepta, así, "porque su funcionalidad es peor que la del anteproyecto".
El diseño de Mozas&Aguirre fue otro de los más llamativos, puesto que apostaba por ubicar la estación en la mediana de Portal de Foronda. Esa localización es clave para los técnicos, puesto que alejaría la terminal de la futura estación ferroviaria, obliga a desviar el tranvía... En definitiva, consideran que "los costes de construcción parecen inviables y los de mantenimiento serán superiores a los del prototipo".
El anteproyecto es la referencia en cada argumentación. Una de las más parecidas al diseño de Trakteplan fue la propuesta de Typsa, que sin embargo se descarta porque "prevé una línea de estacionamiento a lo largo de Portal de Foronda" y, por tanto, desplaza el edificio y "aumenta la ocupación del parque". Ésa es precisamente la misma razón por la que los técnicos tumbaron la propuesta de BTS, las siglas que agrupan a los responsables de la estación de bus de Pamplona. El informe técnico, en este caso, valora que se plantea una solución "brillante" y "de gran calidad arquitectónica" para la estación, pero que "penetra en el parque más profundamente que el prototipo", por lo que "no procede aceptarla".
Las otras dos alternativas, las de Saitec Ingenieros e Idom, también son rechazadas por problemas en la circulación. En el primero, se señala el mismo fallo que en el de GLM, al faltar "trayectos alternativos" para los autocares en caso de avería o accidente, "reduciendo la funcionalidad de la estación". En el segundo, se estima que el proyecto "genera conflictos entre las trayectorias de los autobuses que estén maniobrando y los que estén circulando".
El documento, de nuevo, vuelve a asegurar que el proyecto de Idom tendría menos funcionalidad que el anteproyecto que ya se manejaba de la estación. Unos argumentos que hacen que no sea ni mucho menos sorprendente la elección de los diseñadores del recinto, pero sí que vecinos y grupos municipales se pregunten, dejando a un lado las exigencias legales, por qué ha habido tanto debate.