vitoria. Vitoria ya se encuentra en la final del premio Capital Verde de Europa. ¿El Ayuntamiento se esperaba realmente llegar tan lejos?
Nos presentamos al premio porque sabíamos que lo estamos haciendo bien. Muchas ciudades se fijan en Vitoria en el ámbito de la sostenibilidad, pero nosotros también nos fijamos en muchas. Por eso, la alegría que sentí cuando supe que habíamos sido seleccionados para la final fue inmensa. Supone una enorme satisfacción y nos anima a seguir trabajando.
¿Qué aspecto cree que ha encandilado especialmente al jurado?
Mi impresión es que el jurado valora que tocamos todos los palos. No sólo nos centramos en el cuidado de las zonas verdes, sino que vamos más lejos: hemos emprendido acciones para la lucha contra el cambio climático, para una mejor gestión del agua, para tener un aire sano, para contar con un gran modelo de transporte sostenible... Hemos ido a por todas, gracias a un gran equipo de técnicos y al consenso político. Esos dos elementos siempre han marcado la trayectoria medioambiental de nuestro ayuntamiento.
¿Cree que los vitorianos son conscientes de que viven en una de las seis ciudades con mejor calidad de vida de toda Europa?
Creo que nos damos cuenta de la calidad de vida de nuestra ciudad cuando salimos fuera, cuando viajamos. Aquí somos muy exigentes, muy críticos, si bien esa actitud es la que hace que nos superemos día a día. Y este reconocimiento debe hacernos ver que vivimos en una pedazo de ciudad y debemos sentirnos orgullosos por ello.
¿Ve a Vitoria con posibilidades de llevarse la corona? Las ciudades con las que compite por este premio son rivales muy fuertes.
Es cierto que son rivales muy pero que muy fuertes. Malmö, por ejemplo, fue la primera ciudad en hacer un gran cambio en las líneas del transporte público. Y, de hecho, nosotros nos fijamos en esta ciudad sueca para llevar adelante la modificación de la red de Tuvisa. Fue nuestro ejemplo, y ahora estamos al mismo nivel. Eso hace que nos sintamos aún más orgullosos.
¿Qué supondría para la capital alavesa ganar este verde galardón?
Como comentaba antes, lo más importante es que este reconocimiento permita a los vitorianos darse cuenta de lo que tienen, de que residen en una de las ciudades del mundo con mejor calidad de vida. Sólo eso ya es muy importante. Además, el hecho de ganar pondría de manifiesto que todo el esfuerzo y el tiempo invertido, todo el trabajo realizado, es visible y merece la pena. No obstante, el haber llegado a la final ya nos hace sentir eso. Y renueva nuestras ganas para seguir trabajando.
¿Qué agenda medioambiental se ha marcado Vitoria para este año?
Tenemos muchos retos. Estamos a punto de aprobar el plan de gestión de residuos, seguiremos adelante con el plan de la lucha contra el cambio climático (el plan local de la energía incluido en el pacto de los alcaldes) y continuaremos a tope en el ámbito de la movilidad. El año pasado fue el de Tuvisa, con la reestructuración de las líneas de urbanos, la creación de carriles-bus; este año, será el de la bicicleta, con nuevos itinerarios y la mejora de los bidegorris actuales. Y, por supuesto, seguiremos tratando de mantener los niveles de ahorro en consumo de agua: 110 litros por habitante y día, una cifra realmente baja.