vitoria. Muchos vitorianos, cuando emprenden la aventura de montar un negocio, se topan con innumerables dificultades. Algunas, relacionadas con la propia actividad que quieren iniciar. Otras, por todos los requisitos legales que hay que cumplir para poder abrir un local. En la actualidad, son necesarios más de 90 días -de promedio- para satisfacer el proceso burocrático, si bien conseguir sólo la licencia de apertura puede llevar entre 15 días y dos meses y medio. Pero esa tediosa realidad está a punto de pasar a la historia. El Ayuntamiento gasteiztarra dio ayer el primer paso para simplificar al máximo los trámites e invertir el modelo de autorización previa.
La decisión procede de la obligación de adaptarse a partir de 2010 a la directiva europea de servicios, bautizada como Bolkestein. Todos los grupos municipales, con la excepción de Ezker Batua -que se abstuvo-, dieron luz verde al proceso con la aprobación inicial de la ordenanza ónmibus. El nuevo reglamento modificará las actuales ordenanzas municipales para poder aplicar los principios de la ley de la UE, que pone en bandeja la implantación de negocios para intentar generar más trabajo, contribuir al crecimiento del PIB e impulsar el consumo.
De todos los principios de la normativa comunitaria, el principal exige cambiar la fórmula tradicional de pedir autorización previa para todo -con certificados, inscripciones en el registro y visitas al notario- por una simplificación de trámites total y un control municipal cuando el negocio ya esté montado. "Consiste en tratar a los vitorianos como mayores de edad", apuntaron desde el gabinete de Patxi Lazcoz. Un simple ejemplo: una empresa que ahora puede tardar diez días en ponerse en marcha por culpa del proceso burocrático se constituirá en un tiempo máximo de 24 horas a través de Internet. Al día siguiente podrá empezar a funcionar y el propietario del negocio sólo tendrá que ir remitiendo al Ayuntamiento las notificaciones perceptivas en un futuro. Adiós a las trabas.
La asociación de comercios de Vitoria Gasteiz On calificó de "positiva" para el sector urbano la simplificación de trámites. No obstante, alertó de que la directiva también tiene su cruz. "Invalida el control del Gobierno Vasco sobre la implantación de grandes superficies y, en principio, no pone límites a su establecimiento", alertó el colectivo, que quiere que el Consistorio le remite la ordenanza aprobada de forma inicial para estudiar la forma de dar un portazo "a esta posible amenaza" sin incumplir los preceptos de la ley. Precisamente por la complejidad y la ambigüedad de la transposición de la ley de la UE, el grupo municipal del PP animó ayer a celebrar una reunión técnica para conocer todos los detalles de la nueva ordenanza; una petición que fue aceptada por el alcalde.
La directiva Bolkestein entró en vigor el 28 de diciembre de 2006, pero la UE otorgó tres años para que las administraciones se adaptaran a la normativa, cuyo gran objetivo final es alcanzar un auténtico mercado único. Por un lado, simplificando los trámites para implantar negocios -libertad de establecimiento-. Por otro, eliminando algunos requisitos que ahora se exigen a quienes se mudan temporalmente de un país a otro para prestar un servicio durante un periodo de tiempo determinado -libertad de circulación-.